"En mi consultorio atiendo muchas mujeres que llegan por problemas de piel causados por el daño solar crónico, y también quienes vienen a hacerse tratamientos de estética y muchas veces no se los pueden hacer por estar tan bronceadas o con la piel dañada por el sol”, cuenta el director médico de M&D Dermacycle, Mario Fuks.

“En los últimos años, la gente tomó más conciencia de lo grave que puede ser el sol para su piel, pero siguen existiendo casos, sobre todo muchas mujeres entre 35 y 60 que son adictas a permanecer bronceadas todo el año, ya que eso las hace sentir bellas, aun sabiendo los peligros”, afirma Fuks, especialista en dermatología, alergia e inmunología.

Además de los riesgos del sol, mucha gente se expone a los daños que pueden provocar las camas solares. El Ministerio de Salud de la Nación desaconseja su uso porque son fuente de radiación ultravioleta que, entre otros efectos nocivos, aumenta el riesgo de padecer cáncer de piel. El año pasado, en Europa, se realizó un análisis de 27 estudios científicos sobre cáncer de piel y concluyeron que el riesgo de sufrir un cáncer de piel aumenta un 20% en las personas que usan las camas solares.