El abogado José Iglesias, quien se presentará como amicus curiae en la causa por la tragedia en la rave Time Warp en Costa Salguero, denunció por Continental que lo ocurrido en esa fiesta electrónica "no es sólo un problema de chicos que consumen drogas, es un problema de corrupción. Lo de Cromañón se ha perfeccionado en Time Warp. Hasta 2004 esta operatoria se hacía en locales Clase C donde se hacían recitales, como Cromañón. Con los años, llegó la figura de la fiesta privada en boliches, que llevó al caso Beara", historió. 

En La Mirada Despierta, recordó que "Un decreto de Macri de 2010 perfecciona este sistema catalogando como fiestas privadas espectáculos como el de Beara y Time Warp, donde había veinte mil personas. El régimen de fiesta privada está pensado para que no entre nadie más que quien dice el organizador. El objetivo es generar un ámbito de impunidad que propicie negocios desde el agua hasta las pastillas", sintetizó Iglesias.