El subjefe de la Policía Metropolitana, Ricardo Pedace, calificó como "una confusión" las palabras de la vicejefa de Gobierno porteño, María Eugenia Vidal, quien al hablar del caso de Lucas Cabello, baleado el lunes pasado por un agente de la fuerza, argumentó que se trató de un episodio que "en origen es un caso de violencia de género". 

"Fue una confusión, pero lo importante acá es esclarecer el hecho", señaló y ratificó que el efectivo involucrado, Ricardo Ayala, fue puesto a disponibilidad "hasta que se conozca su situación judicial. En base a lo que resuelva la justicia podrá ser reintegrado a la fuerza o a través de la auditoría que lleva adelante las actuaciones de carácter administrativo será separado y tendrá la pena máxima con su exoneración". 

Sobre la situación previa al episodio, ratificó que “desde agosto del 2014 hay una denuncia de amenazas entre dos habitantes" del edificio de la calle Martín Rodríguez al 559, en el barrio de La Boca, en la zona donde ocurrió el episodio. "La fiscalía contravencional de turno dispuso para la parte damnificada un botón antipánico y como la agresión vecinal continuó, se propuso a principios de este año la presencia 24 horas de un uniformado en el interior para evitar las peleas", añadió. 

"El hijo de la parte damnificada salió a la calle y mantiene una discusión verbal con Lucas Cabello", y luego se producen los disparos por parte del agente de la Metropolitana. Por esto Pedace indicó que "la consigna que estaba ahí no tiene nada que ver con la familia de Cabello" y en ese sentido atribuyó los dichos de Vidal a que la Metropolitana opera con "una cantidad aproximada de 3.500 botones antipánico por violencia de género con epicentro muy importante en la Comuna 4 (Barracas, La Boca, Nueva Pompeya y Parque Patricios), lo que provocó la confusión".