Esta tarde, a las 16 horas, el Tribunal de San Martín informará el veredicto en el juicio que se le sigue al ex subcomisario Luis Abelardo Patti por crímenes contra los derechos humanos cometidos durante la última dictadura. La querella reclamó prisión perpetua para el ex intendente de Escobar. Uno de los casos por los que se lo juzga es el secuestro, tortura, desaparición y asesinato de Gastón Roberto Gonçalves, quien era militante de la Juventud Peronista y activista en Escobar. Fue secuestrado a sus veintiséis años el 24 de marzo de 1976, encerrado en un celular en el predio de la comisaría de Escobar y asesinado días más tarde en un camino rumbo al río Luján.

Por Continental, Gastón Gonçalves, bajista de Los Pericos y uno de sus hijos, relató por Continental que “Patti escondió el cadáver de su padre y se regodeaba de haberlo asesinado. Los vecinos de Escobar dieron testimonio de que Patti ya tenía antecedentes de desequilibrios mentales antes de ser policía; torturaba animales, y cuando tuvo poder, lo ejerció como lo ejerció no por una cuestión ideológica, sino  por el solo deseo de hacer el mal. Llevo treinta y cinco años de la ausencia de mi padre y, en ese tiempo, tener la posibilidad de aplicar legalmente los reclamos que teníamos de las leyes de impunidad que en un momento pesaron, a partir de la derogación pudimos iniciar la causa, que lleva siete años. Me da tristeza que en democracia haya habido gente que votó a un represor que había confesado los crímenes, que había secuestrado, torturado. Creo que hoy la gente no quiere eso. Yo creo que fue algo de ignorancia, no puedo creer que alguien quiera a una persona así”, reflexionó en La Mañana.
Gonçalves valoró el precedente que sentó la prohibición legislativa de que Patti asumiese la banca para la que había sido elegido por estar procesado en causas por violaciones a los derechos humanos.

Definió a su padre como “un tipo maravilloso, sus compañeros y mi madre hacen que pueda mantenerlo vivo. Era docente, militaba en Garín, fue integrante de Montoneros, se dedicaba al trabajo social que se hacía. Yo iba a cumplir siete años, tengo el recuerdo de acompañarlo a Garín, veías a todo el mundo tratando de asfaltar, armar una escuelita. El enfrentamiento con Patti venía de años antes. Patti le tenía ganas, en las declaraciones es muy fuerte. Se adueñó incluso del cadáver de mi papá, que tuvo en un cementerio como NN durante mucho tiempo”, recordó Gonçalves.