La Justicia rosarina procesó por presunto enriquecimiento ilícito a un ex alto jefe de la policía local que había sido denunciado hace una década y cuyo sobreseimiento otorgado a fines del año pasado fue ahora declarado nulo, informaron fuentes judiciales.

El comisario, que se retiró en 2007 y fue jefe de la Unidad de Agrupaciones Especiales de Rosario, continuará el proceso en libertad, según estableció el magistrado.

Fuentes judiciales recordaron que Giuliano había sido denunciado en 2004 por el sindicato policial no reconocido Apropol, que lo había acusado de ser propietario de varias viviendas, una lancha, de tener cuentas bancarias con dinero no justificable y viajar en reiteradas ocasiones al exterior al igual que familiares suyos.

Sin embargo, el caso recién comenzó a investigarse en 2008 y el comisario recibió una falta de mérito del primer juzgado que llevó adelante la causa, mientras que en diciembre fue beneficiado con un sobreseimiento por el juez de instrucción 11, Hernán Postma, apuntaron las fuentes.

Voceros judiciales explicaron que el 28 de febrero la Cámara de Apelaciones Penal declaró nulo el sobreseimiento y solicitó a un nuevo juez, Dónnola, que continuara la investigación.

De acuerdo al auto de procesamiento conocido hoy, el magistrado entendió en base a la acusación fiscal que "los ingresos ordinarios en su función policial y los gastos de éste no le permitían bajo ningún aspecto tener posibilidad alguna de ahorro o incremento patrimonial".

El comisario Giuliano justificó el incremento de su patrimonio, entre otros elementos, en la explotación y posterior venta de una licencia de taxi; en una herencia de 16.000 dólares recibida tras el fallecimiento de su padre; en una donación de 15.600 dólares que le habría hecho un tío; en la explotación de una agencia de Prode entre 1981 y 1983 y en lo producido entre 1977 y 1979 por una empresa de construcción (12.000 dólares) en la que era socio de otro tío, según el expediente.

Sin embargo, una pericia ordenada en la causa lo comprometió por "no contar con documentación respaldatoria" de esos presuntos ingresos.
Una perito contable de la Corte Suprema santafesina concluyó, por su parte, que "no existe documentación acreditativa de la actividad en la explotación del taxi, tampoco existen constancias que avalen la presunta venta de la chapa patente".

El procesamiento del juez Dónnola también cita a un testigo policial que indicó que "la capacidad de ahorro de Giuliano era muy escasa o prácticamente nula".

Recordó también que su ingreso de los últimos años era por su actividad policial y que "su esposa trabajó unos años y luego se jubiló por invalidez", mientras que el comisario "sostenía dos viviendas donde recidía éste y la que estaba viviendo su esposa con sus hijos de calle 3 de febrero al 3700" de Rosario.