La fiscalía federal de la localidad chaqueña de Presidencia Roque Sáenz Peña pidió que se eleve a juicio oral y público la causa en la que cinco hombres están acusados de enviar una tonelada de cocaína a Europa a través de carbón vegetal, se informó hoy.

La solicitud fue formulada por el fiscal Carlos Sansserri y el titular de la Procuradurí­a de Narcocriminalidad, Félix Crous, quienes consideraron que se trata de "un caso testigo que muestra la densa complejidad que posee cada uno de los engranajes que componen este motor criminal al que conocemos como narcotráfico".

Según informó la página Fiscales.gov, el requerimiento sobre el hecho conocido como "Carbón Blanco" da cuenta de la logí­stica y las conexiones a nivel internacional de la banda y muestra al caso que se juzgará en Argentina como una porción de una estructura también investigada en Portugal y en España.

Los acusados son el abogado Carlos Salvatore (57), los empresarios Patricio Gorosito (63) y Juan Carlos Pérez Parga (59), y los comerciantes Rubén Esquivel (55) y Héctor Roberto (61).

Los cinco están imputados por tres hechos: el primero sucedió el 8 de marzo de 2012 con la exportación de unos 380 kilos de cocaí­na a través del puerto de Buenos Aires que terminaron secuestrados en la localidad portuguesa de Cabanas do Chao, cerca de Lisboa.

Los paquetes se hallaban ocultos en bolsas de carbón que formaban parte de un embarque perteneciente a la firma Carbón Vegetal del Litoral S.R.L., provenían de Quitilipi, Chaco, y habí­a sido inspeccionado en la aduana de Barranqueras, en la misma provincia.

El segundo hecho ocurrió cinco dí­as después, durante la requisa de dos contenedores de la misma firma que se encontraban en las terminales 1, 2 y 3 del puerto porteño a la espera de otro embarque a Portugal.

En uno de los contenedores, 70 de las 1.050 bolsas supuestamente de carbón contení­an cocaí­na y pesaban 519 kilos.

En el tercer hecho, fueron secuestrados en Lisboa, el 11 de abril de 2012, casi 152 kilos de cocaí­na en un contenedor de la misma empresa, también camuflado en el interior de bolsas plásticas de carbón vegetal.

Sansserri y Crous consideraron que el abogado Salvatore llevó a cabo "la puesta en marcha de este engranaje criminal" y que ocupaba "lo más alto de la escala de mando", dado que tení­a a cargo "la tarea de supervisar, controlar, administrar, definir, organizar y financiar lo que ha sido una verdadera empresa comercial dedicada al transporte de estupefacientes al continente europeo".

La pesquisa logró comprobar que Salvatore tení­a participación en 20 sociedades comerciales de distintos rubros, poseí­a cuentas bancarias y propiedades en Argentina, Uruguay y Estados Unidos y registraba viajes a este último paí­s y a islas del Caribe donde hay paraí­sos fiscales.

En tanto, Gorosito fue individualizado como quien manejaba en Europa las operaciones, mientras que Roberto, Pérez Parga, y Esquivel cumplieron un rol trascendental en la organización, según entendieron los fiscales.

Roberto era "mano derecha" de Gorosito y cumplí­a la función de "enlace y articulación" con Salvatore; Pérez Parga era el gerente de producción de Carbón Vegetal del Litoral S.R.L. y Esquivel era el encargado de la planta en Quitilipi.

Todos ellos deberán afrontar la acusación de haber cometido, en distintos grados de participación, contrabando de estupefacientes doblemente agravado por el destino de comercialización, como así­ también por la participación de tres o más personas.