Oficinistas que se encontraban en la zona de la Plaza de Mayo y pasajeros de un colectivo fueron protagonistas de un nuevo caso de justicia por mano propia, al interceptar y luego golpear a un arrebatador que le había robado el teléfono celular a una mujer.

Un momento de tensión se vivió cuando las personas atraparon al arrebatador y lo redujeron a los golpes antes de que llegara la Policía y se lo llevara detenido.

Todo comenzó cuando una mujer se bajó de un colectivo de la línea 64, en la avenida de Mayo y Florida, y a los gritos pidió que alguien detuviera a un hombre que en esos momentos corría tras robarle el teléfono celular.

En medio del griterío, el hombre, de unos 30 años, se encaminó rumbo a la Plaza de Mayo.

Un transeúnte que observaba la escena intentó detenerlo y alcanzó a tirarlo a piso, pero luego el arrebatador se levantó y siguió consu carrera, hasta que fue interceptado por un grupo de oficinistas, que lo volvieron a tirar al piso y allí comenzaron a golpearlo.

Según el relato de una joven que realiza repartos para una cafetería en la zona, "la gente se amontó y gritaban para que le peguen".
"Era un persona grande, con gorra, campera", indicó.

Además, la joven contó que enseguida llegaron efectivos de la Policía y se llevaron al arrebatador, quien quedó demorado en la comisaría segunda, del barrio porteño de San Telmo.

El hecho se sumó a los casos de intentos de linchamientos ocurridos en los últimos tiempos en la Capital Federal y en otras localidades del país.