El juez Marcelo Aguinsky confirmó la sanción de un millón de pesos dispuesta por la ANMAT al laboratorio Glaxo y a dos médicos por la muerte de unos catorce bebés. Están acusados de experimentar con humanos y de falsear permisos de padres para que sus hijos participaran de pruebas con una vacuna para prevenir la neumonía adquirida y la otitis media aguda.

El laboratorio y los dos investigadores incumplieron requisitos legales básicos para llevar adelante, en 2007 y 2008, los ensayos clínicos en los niños de familias pobres en Santiago del Estero.

En total murieron siete bebés de la provincia de Santiago del Estero, dos de San Juan y cinco de Mendoza, después de haber participado de los ensayos, señaló por Continental Ana Marchese, médica de la Federación Sindical de Profesionales de la Salud de la República Argentina y una de las denunciantes del hecho.

En Magdalena Tempranísimo, enfatizó que “uno de esos protocolos del laboratorio se instaló en el Hospital Eva Perón de Santiago del Estero y fueron reclutados varios médicos” que “se aprovecharon de padres analfabetos haciéndoles firmar consentimientos de catorce hojas”.

“Los pacientes llegaban a su sala y luego desaparecían para ser tratados por otros, reclutados por Glaxo”, relató, y aclaró que eso “no es legal. En la Argentina no está legalizada la investigación en humanos”, remarcó. “En varios casos, los médicos a cargo no atendían los llamados de los padres de los niños”, añadió.

Además, subrayó que “ya existía una vacuna similar, pero sabemos lo que son esos laboratorios; cada uno hace su negocio”. A propósito, comentó que el gobernador Gerardo Zamora “no hizo ningún comentario” sobre el caso. “Tampoco hubo repercusiones en senadores y diputados con un tema que recorrió el mundo. No se investigaron las muertes y a los funcionarios responsables, no les hicieron nada”, se indignó.

Y concluyó denunciando que también “la comunidad científica se calló la boca”.