La nena de 6 años apareció sana y salva en Junín. Estaba desaparecida desde la madrugada del lunes, cuando encontraron apuñalados los cuerpos de su mamá, Sabrina Soledad Martín, y de su hermano de 3 años.

Estaba con el principal sospechoso del doble crimen, Enrique Alcaraz, quien quedó detenido. El chofer de un micro de larga distancia en el que viajaban reconoció a la nena y dio aviso a la Policía. 

El chofer, Raúl González, habló en Bravo.Continental y relató como fue el  momento en que vió descender a los pasajeros de la terminal, "Me arrimé a unos policías y les dijo creo que la nenita -por MIA- y ese señor que caminan para allá, son los que están buscando”.

"La vi muy triste, con una carita muy triste y me llamó la atención que el supuesto papá no la levantara. Eso me llamó la atención y la cara me era muy familiar. Después me di cuenta que eiene que ver con la foto que vi en todos los medios" .


Enrique Alcaraz, el carnicero de 26 años, era intensamente buscado como principal sospechoso del doble crimen ocurrido la madrugada del lunes en El Palomar, donde fueron hallados asesinados a puñaladas la madre de la nena, Sabrina Martín (24) y su hijo varón de 3 años, Ian.

Según las fuentes, los policías advirtieron desde un principio que el sospechoso les mentía porque al ser interceptado, dijo que se dirigía a una dirección inexistente en la ciudad de Junín, luego negó llamarse Alcaraz y dijo que la niña era su hija.

Un jefe policial confirmó que en poder del sospechoso se secuestró un cuchillo que ahora será peritado para determinar si es la misma arma blanca de borde aserrado empleada en el doble crimen de El Palomar, y que no fue hallada en la escena del crimen.

Alcaraz fue esposado y quedó aprehendido y junto a la niña fueron trasladados a la Coordinadora Departamental de Investigaciones (CDI) de Junín, donde eran sometidos a una revisión médica y la nena ya estaba en contacto con psicólogos.

A nivel judicial, la aprehensión del sospechoso quedó a cargo del fiscal Carlos Colimedaglia, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 3 de Junín.

Anoche se hicieron en el barrio El Palomo del partido bonaerense de Merlo seis allanamientos en búsqueda del carnicero y de Mía, ya que algún testigo avisó a la policía que lo habían visto por la zona, pero los operativos dieron resultado negativo.

Si bien no había sobre Alcaraz un pedido de captura formal, los investigadores creían desde el mismo lunes que este hombre podía tener algún tipo de vínculo con el caso porque había desaparecido de todos los lugares que frecuentaba y tenía con la niña una relación muy cercana, de tipo obsesiva, en la que la trataba como su propia hija.

En base a esta sospecha, los pesquisas se entrevistaron con familiares, conocidos y amigos de Alcaraz y elaboraron un perfil psicológico para establecer el tipo de conducta que podía tener.

Esta mañana, los patrulleros que se hallaban en la puerta de la casa de las víctimas en El Palomar tenían una foto del sospechoso pegada en sus ventanillas.

Durante las últimas horas, los investigadores recibieron decenas de llamados al teléfono de emergencias policiales 911 de personas que decían haber visto a la niña y aportaron datos que comenzaron a ser chequeados.

Más de 500 policías de la provincia participaban esta mañana de la búsqueda de la niña y los fiscales Corfield y Oviedo pidieron ampliar la zona de búsqueda a localidades vecinas.

El doble crimen ocurrió durante la madrugada del lunes último cuando Sabrina y sus hijos Ian y Mía se hallaban en su casa de la calle Murillo 484, en la localidad bonaerense de El Palomar, de Morón.

Según determinaron los peritajes, la madre y su hijo Ian fueron abordadas mientras dormían y el homicida asesinó al niño de 19 puñaladas y a Sabrina de 9.

Los pesquisas establecieron que la madre llegó a levantarse tras las primeras puñaladas, tenía como lesión principal un corte en el cuello y luego recibió tres puntazos por la espalda, cuando ya estaba caída al lado de una cama.

Los forenses de la Policía Científica de Morón determinaron que el asesino utilizó un cuchillo de mesa con borde aserrado, el cual no fue hallado en la escena del doble crimen.