Matías Bagnato, único sobreviviente de la “Masacre de Flores”, sucedida en 1994, está desde hace un año con custodia policial debido a las constantes amenazas de quien se cree perpetró los asesinatos.

Por Continental, relató que “prácticamente” no sale de su casa. Fructuoso Álvarez González fue acusado hace casi dos décadas de haber prendido fuego la vivienda de la familia Bagnato; tras irse a España, donde fue apresado por esa durante años, volvió a la Argentina y acosa a Bagnato, relató éste en La Mañana.

La “Masacre de Flores” sucedió el 17 de febrero de 1994 en la casa de José Bagnato, ubicada en Baldomero Fernández Moreno al 1900, en el barrio porteño de Flores. La casa ardió en llamas, y por ese hecho murieron calcinados el padre, la madre, dos hermanos de Matías y un amigo del más chico.

“Él tenía una sociedad con mi papá y hace un aporte económico, aparentemente había una deuda que mi papá tenía con él y empiezan todos los problemas. Una vez agredió a mi abuela, le quiso hacer aspirar cocaína. A partir de ese momento fue un calvario en mi casa, hasta el día del crimen”, recordó el joven.