Fernando Carrera, el hombre que conducía un auto en la llamada "Masacre de Pompeya", fue condenado esta tarde a 15 años de prisión por "robo y homicidio culposo", pero no volverá a prisión aún porque tiene posibilidades de apelar el fallo.

“Acabo de hablar con él y está desesperado”, dijo a la prensa el abogado de Carrera, Federico Ravina, sobre su defendido y agregó: “La sentencia es muy irracional”.

La decisión de condenar a 15 años a Carrera fue tomada la Sala III de la Cámara Federal de Casación Penal, a instancias de la resolución que dictó la Corte Suprema el año pasado ordenando la liberación de un imputado al que en junio de 2007 le habían dado 30 años de prisión, de los cuales cumplió siete.

El 25 de enero de 2005 un auto que conducía Carrera por la avenida Sáenz arrolló a cinco personas que estaban cruzando la calle: dos mujeres y el hijo de 6 años una de ellas murieron, mientras que intentaron linchar al conductor porque se creía que era un delincuente que venia escapando de la Policía.

Según la versión de la Federal –muy cuestionada–, Carrera escapaba de un robo. Según la del propio Carrera, los policías lo balearon al confundirlo con un ladrón y eso hizo que perdiera la conciencia y el control de su coche.

El caso de Fernando Carrera fue difundido a través de la película "The Rati Horror Show", del cineasta Enrique Piñeyro, donde se aseguraba que la causa había sido armada luego de haber confundido el auto del hoy condenado con el de los verdaderos delincuentes.

“Sabía que esto podía pasar…sabíamos que esto venía mal. Por eso presenté un amparo para poder presentarme como Consejero de la Magistratura pero tengo la imposibilidad de no poder hacerlo si no estoy colgado de un partido político”, enfatizó Piñeyro en Radio Continental.

“Es una estrategia comunicacional: revelan un fallo un día después de las elecciones. Cabe preguntarse de qué hablamos cuando nos referimos a la democratización de la justicia”, subrayó en Entre Líneas.

“Carrera está como testigo protegido, el Estado admite su culpa, y la justicia –por otro lado- lo reclama, mientras que el tribunal que lo condenó está penalmente imputado. Es todo un disparate”, analizó el aviador.