La medida fue dictada contra Hugo Bermúdez (54) y Leonardo Jara (35), quienes están imputados de la "privación ilegal de la libertad seguida de muerte" de la chica".

Tras haber sido liberados en 2013, ambos volvieron a ser detenidos en el marco de esta causa en marzo último por orden del juez de Garantás de Morón Gustavo Robles, a pedido del fiscal de instrucción Mario Ferrario.

Luego, se les dictó la prisión preventiva y las defensas apelaron la decisión, la cual ahora fue confirmada.

Mientras tramitan estos incidentes, la causa fue elevada a juicio a mediados de año con Jara y Bermúdez y otros tres acusados a los que se le atribuyen distintos roles: Fabián Gómez (43), Néstor Altamirano (56) y Gladys Cabrera (43).

El debate todavía no tiene fecha de inicio, ya que los defensores se opusieron a la elevación a juicio e hicieron diversas presentaciones que aún se están resolviendo.

El fiscal le atribuyó a Jara haber realizado la llamada intimidatoria que la tía de la niña recibió el 28 de agosto, tres días antes del hallazgo del cadáver de Candela.

Respecto de Cabrera y Altamirano, Ferrario dio por probado que facilitaron la llave para el acceso a la casa ubicada en la calle Kiernan 992 de la localidad bonaerense de Villa Tesei, partido de Hurlingham, donde se sospecha que la niña estuvo cautiva antes de ser asesinada.

Respecto de Bermúdez, sindicado autor del crimen por el primer fiscal de la causa, Marcelo Tavolaro, Ferrario considera que por ahora reunió elementos para probar que facilitó el ingreso de Candela a la segunda casa donde estuvo antes de ser asesinada, en Cellini 4085, también en Villa Tesei.

Además, le atribuye haber participado de la quema de ropa y otras pertenencias de la niña en ese lugar, donde vivía su suegra.

Por último, Ferrario consideró que Gómez realizó tareas de "inteligencia" en la puerta de la casa de Cabrera cuando Candela estuvo retenida allí contra su voluntad.

Candela (11) fue vista con vida por última vez el 22 de agosto de 2011, en Villa Tesei -donde residía-, cuando esperaba a unas amigas para ir a la reunión del grupo de boy scouts al que pertenecía, y nueve días después apareció asfixiada dentro de una bolsa, a 30 cuadras de su casa.

Como móvil del homicidio, el fiscal Ferrario señaló una venganza contra Alfredo Rodríguez, padre de Candela, por parte de una banda de piratas del asfalto, una hipótesis que se manejó desde el comienzo de la causa.