El ingreso de drogas, teléfonos celulares y navajas a la cárcel de Bouwer, en Córdoba, comenzó a ser investigado por autoridades judiciales y del Servicio Penitenciario provincial luego de que se difundiera un video que grabaron cinco reclusos en uno de los módulos del penal.

El fiscal de Lucha Contra el Narcotráfico, Marcelo Fenol, dijo que de los presos que aparecen en la filmación "están los cinco identificados" y se va "a investigar la posible complicidad de personal penitenciario para que ingresen los estupefacientes".

A su vez, el jefe del Servicio Penitenciario de Córdoba, Juan María Bouvier, señaló que "la droga en la cárcel ingresa por las visitas y no podemos descartar que pueda entrar por algún empleado desleal".

Los cinco reclusos, grabados en marzo en un video que publicó hoy la web del diario La Voz del Interior, se mostraron con teléfonos celulares en una celda donde compartían camas marineras. Uno de ellos extrajo una navaja, la abrió y con ella cargó un polvo blanco de un plato al que inhaló por la nariz.

El fiscal Fenol aseguró que "uno de los cinco que aparece en este video ya había sido imputado por un hecho anterior, bajo sospecha de tenencia simple de estupefacientes".

"En diciembre, durante una requisa, se le había encontrado marihuana en su celda. La cantidad era escasa", añadió.

Fenol dijo que con el video, que está en manos del fiscal general Marcelo Moyano, van "a investigar la posible complicidad de personal penitenciario" en el ingreso de droga y analizan "si filmarse y difundir el acto de consumo puede interpretarse como preconización de estupefacientes o uso ostensible", una figura contemplada en artículo 12 de la ley 23.737 de estupefacientes.

El jefe del Servicio Penitenciario, Juan María Bouvier, apuntó en diálogo con radio Cadena 3 que a ese grupo de internos les habían secuestrado seis celulares y una navaja en una requisa del 30 de marzo.

Bouvier señaló que "la droga en la cárcel ingresa por las visitas y no podemos descartar que pueda entrar por algún empleado desleal".

"No es que no podamos evitar el ingreso de droga, pero algo siempre se va a filtrar, porque está dentro del cuerpo de las personas", remarcó, al señalar que se hacen "dos tipos de requisas, una con el detector de metales, y otra más profunda donde a las visitas no se las toca pero se las hace desvestir para ver si no traen algo escondido en las ropas íntimas".

El jefe del penitenciario cordobés admitió no saber "si alguna vez se va a poder resolver el problema definitivo".