El niño encontrado asesinado ayer en el barrio platense de Ringuelet fue identificado por familiares y, de acuerdo al resultado de la autopsia realizada, murió a raíz de golpes que recibió en la cabeza mientras que no tenía signos visibles de abuso sexual.

El niño fue identificado por familiares como Rodrigo Simonetti, de 10 años, quien tenía diez hermanos y vivía en situación de calle con sus padres. De acuerdo a los resultados de la autopsia realizada ayer en la morgue de La Plata, murió a raíz de golpes que recibió en la cara y en el cráneo.

El fiscal platense a cargo de la causa, Marcelo Romero, detalló ayer tras el hallazgo del cuerpo que al ver el cadáver detectó trozos de "cráneo astillados" debajo del cuero cabelludo, por lo que desde el inicio se presumió que la muerte había sido provocada por golpes.

Como el cadáver estaba desnudo de la cintura para abajo, los pesquisas sospecharon además que el niño podía haber sido víctima de un abuso sexual, aunque en la autopsia no surgieron elementos para acreditar esa circunstancia.

No obstante, añadieron las fuentes consultadas, se tomaron muestras para realizar estudios complementarios y de ese modo descartar de plano o confirmar un abuso sexual.

Por el momento no hay personas detenidas por el crimen del niño y efectivos de la Delegación Departamental de Investigaciones de La Plata realizaban diversas diligencias con el objeto de hallar al responsable.

Además, tomaban declaración a familiares de la víctima y a las personas que pudieron haber tenido contacto con el niño antes de que fuera asesinado, lo que sucedió, según la autopsia, entre 12 y 24 horas antes de que se encontrara su cuerpo ayer al mediodía, en la calle 14, entre 525 y 525 bis, Ringuelet.

La calle donde se halló a Rodrigo es angosta, prácticamente peatonal, con huellas de tierra que surcan el césped longitudinalmente y limitada por los paredones de las viviendas, algunas de ellas adornadas con distintos tipos de plantas. La principal hipótesis es que el niño fue asesinado en otro sitio y luego arrojado en la calle donde lo encontraron.