Diana Saetone, esposa de Jorge Néstor Mangeri -el encargado del edificio en el que vivía Ángeles Rawson y único imputado en la causa por el asesinato de la adolescente- aseguró que su esposo "es inocente". "Yo no sé si es un perejil o fue amenazado para que no hable porque vio algo que no tenía que ver. No sé, pero es inocente", aseguró.

"Él no inventó ninguna enfermedad, el estaba con fiebre y con vómitos. Fuimos a la clínica de nuestra obra social. Tengo los remedios, las recetas, tengo todo", indicó la mujer en diálogos con el periodista Héctor Yemmy vía twitcam.

Además, la mujer denunció que Mangeri fue víctima de "aprietes". "El primero fue el jueves a la mañana. Paró un auto sin patente, un Polo negro, con dos personas que preguntaron si él era el encargado del 2360, lo amenazaron, le pusieron un arma en la cabeza y le dijeron un montón de cosas. Le dijeron que le iban a hacer una cama, que era mejor que le pegaran un tiro que lo que venía. Yo le dije, si vos viste algo tenés que hablar", relató Saetone.

Y agregó: "Ayer (viernes) el había ido a hacerse una ecografía y después se fue a ver a mi primo, cuando vuelve lo para un patrullero viejo y el pensó que era para llevarlo a declarar. Lo llevan y a unas cuadras le ponen un gorro negro y ahí empezó el maltrato: lo quemaron, lo insultaron, le pegaron".

"Pueden allanar mi casa cuando quieran, revisar lo que quieran, mi auto, lo que sea. Que entren a mi casa, que me revisen todo... Porque es lógico. él es el encargado del edificio, no me importa, que me den vuelta la casa, lo que se hace en estos casos. Lo que digo es que hagan las cosas bien, que no agarren a alguien inocente", pidió.

"Mi marido no es lo que dicen. Yo pongo las manos en el fuego por mi marido porque sé lo que es como persona, como ser humano, como vecino, como tío. Nosotros no tenemos hijos pero mis sobrinos lo adoran, desde el más grande al más chico", contó Saetone.

La mujer también recordó que cuando supieron de la muerte de Ángeles, a la que conocían desde que la chica tenía 5 años, según indicó, "los dos (ella y su marido) lloramos abrazados".