El caso de Romina Martínez tiene similitudes con el de Edith Casas, una joven santacruceña que se casó con un hombre condenado por el crimen de su hermana gemela, pero que sería inocente según un reciente juicio oral por el asesinato.

El 27 de junio de 2012, Víctor Cingolani fue hallado autor del "homicidio simple" de la modelo Johana Casas, ocurrido en Pico Truncado en 2010, pero el caso tuvo una amplia repercusión pública cuando él se casó con Edith (23), la gemela de la víctima.

La celebración fue el 14 de febrero, el "Día de los Enamorados", previa autorización judicial, y la mujer convive desde hace meses con la familia de su marido, distanciada de la de ella, que intentó frenar el casamiento.

La situación de Cingolani se modificó en junio, cuando la Cámara Criminal de Caleta Olivia condenó, en un segundo juicio, a Marcos "El Tosco" Díaz (39), último novio de Johana, a 12 años por el homicidio.

Es que para el fiscal Carlos Rearte no había pruebas de la existencia de Cingolani en el lugar del hecho y sí de Díaz, de quien se halló el ADN y no había sido juzgado antes porque estuvo prófugo.

La defensa de Cingolani pidió su libertad, pero como la decisión fue apelada ante el Superior Tribunal de Justicia de Santa Cruz, todavía continúa preso.