El rechazo de la Corte Suprema de Justicia de la Nación a detener al cura Julio César Grassi, condenado a 15 años de cárcel por abuso sexual de un menor a su cargo, "fue por cuestione formales, sin analizar el tema de fondo", explicó el doctor Juan Pablo Gallego, querellante en la causa.

La Corte Suprema de Justicia de la Nación rechazó por “extemporáneo” un recurso por el cual se pedía la inmediata detención del sacerdote Julio César Grassi. El fallo –que se conoció ayer– respondió a la apelación de uno de los querellantes de la causa por la que el cura fue condenado a 15 años de prisión por abuso y corrupción de un menor de edad.

Los jueces Ricardo Lorenzetti, Elena Highton de Nolasco, Enrique Petracchi, Juan Carlos Maqueda, Raúl Zaffaroni y Carmen Argibay no entraron a analizar el fondo del planteo de la querella. Lo rechazaron por cuestiones formales.

Así, el “caso Grassi” sumó un nuevo paso en las idas y vueltas judiciales que lo mantienen rodando desde hace años sin grandes definiciones. Las resoluciones clave aún están pendientes: por un lado, falta que la Corte Suprema bonaerense diga si confirma o no la condena, como ya lo hizo la Cámara de Casación Penal. Para esto, ya cuenta con un dictamen de la Procuradora María del Carmen Falbo que no sólo pidió que quede firme la sentencia, sino que planteó la posibilidad de agravarla.

Por otro lado, la Sala I de la Cámara de Apelaciones de Morón tiene que decidir si Grassi debe volver a “prisión domiciliaria” por haber violado las condiciones de su libertad vigilada. Para eso ya está fijada una audiencia que se hará en tres semanas, y en la cual los camaristas escucharán a las partes.

Cualquiera de estos dos caminos aún no cerrados podría terminar con el cura en la cárcel, algo que hasta el momento –y pese a la gravedad de las condenas y fallos en contra–, nunca ocurrió.

El 10 de junio de 2009 el cura fue condenado a 15 años de prisión por abusar y corromper a “Gabriel”, uno de los tres adolescentes que lo acusaban. El chico tenía 13 años cuando fue víctima de los abusos, estrechamente relacionados con la actividad del sacerdote en la Fundación Felices los Niños.

Los cargos contra Grassi siempre fueron graves e incluso el fallo del Tribunal Oral en lo Criminal N° 1 de Morón, de junio de 2009, tuvo confirmación de la Cámara de Casación Penal en septiembre de 2010. Sin embargo, luego de recorridos doce años de causa, Grassi nunca pisó una cárcel.

Según fuentes judiciales, este mes podría ser el momento de grandes definiciones en el caso, sobre todo si la Corte bonaerense opina como todos los jueces hasta ahora y confirma el veredicto de culpabilidad.