El padre de un joven de 20 años denunció a cuatro policías de la comisaría de General Cabrera, localidad ubicada a 220 kilómetros al sur de la capital cordobesa, por considerar que atacaron "salvajemente" a su hijo, en un nuevo hecho de violencia institucional protagonizado por las fuerzas de seguridad de la provincia.

"Quienes golpearon a mi hijo Gastón (20) son unos salvajes", aseguró a la prensa Ariel Albelo, quien aclaró que los hechos se produjeron durante la madrugada del domingo último, cuando su hijo y otros dos amigos se encontraban sentados en las inmediaciones de la disco de la zona, ocasión en la que uno de los jóvenes preguntó: "¿cuándo nos comemos los lechones?".

Cuatro policías que pasaban por el lugar entendieron que la frase iba destinada a ellos y, sin saber si Gastón era el autor de la frase y cuál era su sentido, "le pegó un golpe en el ojo" y lo trasladaron a la comisaría, según la denuncia formalizada por el padre del joven.

Los otros chicos pudieron filmar con sus teléfonos celulares lo que sucedía, no obstante lo cual Albelo no quiso que sean difundidas, porque "son muy crueles", hasta el punto de que "las personas que tuvieron la oportunidad de verlas no se explican el porqué de la golpiza".

Tras precisar que recién pudo reencontrarse con su hijo "el domingo, a las 20" y luego de que no le permitieran verlo, Albelo expresó que, según el examen que le efectuaron a Gastón en el hospital local, "tenía hematomas, golpes en la nuca, un ojo morado, golpes en las costillas y raspones varios".

Por su parte, Carlos Cicarelli, jefe de la Departamental Juárez Celman de la Policía de Córdoba, visitó a la familia del joven y se disculpó por lo ocurrido, y aclaró que los agentes involucrados "fueron sancionados (en el plano administrativo) y, en los próximos días, serían trasladados a otra dependencia”.

En otro hecho similar reciente, la Justicia provincial imputó a dos policías por la presunta comisión de torturas en perjuicio de tres jóvenes en la comisaría de Justiniano Posse, localidad ubicada a unos 165 kilómetros al sudeste de la capital cordobesa.

Lo sucedido tiene como contexto el hecho de que, según la Coordinadora Antirrepresiva de Córdoba, en lo que va de 2014, ya se han registrado siete casos de jóvenes muertos en casos de "gatillo fácil", lo que expresa la "sistemática política represiva" del gobierno de José Manuel de la Sota.

Con asiduidad se repiten denuncias por supuestos hechos de violencia institucional y en mayo pasado vecinos de Río Segundo, localidad ubicada a 40 kilómetros de la capital provincial, denunciaron haber sido víctimas de allanamientos ilegales concretados por la Brigada de Investigaciones de la Policía Cordobesa.

La recurrencia de hechos vinculados con agentes de la fuerza hizo que, en los últimos cinco meses, familiares de víctimas del accionar de la Policía marcharan por la capital cordobesa contra las políticas represivas del gobierno de José Manuel De la Sota.