Allá por abril de 2001, a partir de la acumulación de denuncias formuladas por decenas de mujeres, la justicia pudo establecer que se llevaban a cabo implantes mamarios, pero que en los papeles aparecían como intervenciones quirúrgicas de várices y hernias, y todo para facturarlas al Instituto Obra Médico Asistencial (IOMA), la obra social de la provincia de Buenos Aires.