El juicio oral y público por la detención ilegal y posterior muerte del adolescente Walter Bulacio, cuando intentaba asistir a recital de Los Redonditos de Ricota en el estadio Obras Sanitarias, en 1991, comenzará el martes y tendrá como principal imputado al ex comisario Miguel Ángel Espósito, quien será juzgado por "privación ilegal de la libertad" pero no por "el homicidio" del adolescente.

Se espera que hablen en el juicio un centenar de testigos, en su mayoría aportados por la defensa y la fiscalía, y se prevé que la condena se dé a conocer a fines de octubre, cuando se cumplan 22 años y 6 seis meses del asesinato del joven. La pena máxima a la que aspira la querella es a seis años de prisión, mientras que "si se juzgara a Espósito por torturas seguidas de muerte, la pena sería de cadena perpetua", explicó la abogada de la familia del joven asesinado, María del Carmen Verdú.

"Es un juicio de puro derecho, lo único que se va a determinar es si (Bulacio) fue o no detenido en forma ilegal. Y la defensa a lo que va a apuntar es a demostrar que todos hacían detenciones ilegales y estaba avalado por los funcionarios judiciales", agregó Verdú.

El juicio sirve para exponer cómo funcionaba en 1991, y cómo sigue funcionando hoy, el sistema de detenciones arbitrarias en el país
"Ni CORREPI ni la familia tiene expectativas en el juicio en sí, porque aun cuando logremos una condena, será muy leve, por un delito menor, y 22 años tarde. Para nosotros, este juicio es el broche de oro de la impunidad, porque significa que nunca jamás se va a castigar la tortura y muerte de Walter", sostuvo.

Según la abogada, el juicio sirve "para exponer cómo funcionaba en 1991, y cómo sigue funcionando hoy, el sistema de detenciones arbitrarias en el país, que es el antecedente de centenares de muertes en comisarías".

El juicio, que ya lleva 22 años y que ameritó una pena de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) al Estado argentino, lo llevará adelante el Tribunal Oral en lo Criminal 29 de esta capital y estará a cargo de los jueces Rodolfo Goerner, María Deluca Giacobini y Alejandro Litvack. A lo largo de siete jornadas, expondrán distintos testigos, en su mayoría policías y ex funcionarios judiciales, mientras el 10, 15 y 17 de octubre se conocerán los alegatos de la querella, la fiscalía y la defensa, respectivamente.

Luego de las conclusiones de las partes y de la "última palabra" del único imputado, el Tribunal tendrá diez días para dar a conocer la sentencia que se espera, cómo máximo, para el 27 de octubre.

En la primera jornada del juicio, que comenzará el martes, a las 10, se escuchará la palabra de Graciela Scavone, la mamá de Walter, quien será uno de los pocos testigos que presentará la defensa.

"Nosotros creemos que la privación ilegítima de la libertad de Walter ya está probada. No tenemos mucho que demostrar, por eso no vamos a ir con muchos testigos", remarcó Verdú, quien además es integrante de Correpi, una coordinadora contra la represión policial e institucional.