La mujer que ayer fue detenida acusada de haber participado en el crimen de sus padres en una casa de Pilar, donde se hallaron restos humanos calcinados, dijo ante la Justicia que el autor material del doble asesinato fue su hermanastro y pareja y que ella sólo se encargó de limpiar la escena del crimen, aunque obligada y bajo amenaza de muerte. En su indagatoria ante el fiscal general adjunto de San Isidro, Marcelo Vaiani, la imputada Karen Daniela Klein (22) dio ayer esa versión sobre el doble homicidio de Ricardo Ignacio Klein (52) y su concubina, Miriam Ester Kowalzuck (50), quienes fueron descuartizados y calcinados en su casa de la localidad bonaerense de Manuel Alberti, partido de Pilar.

En cambio, el otro acusado, Leandro Yamil Acosta (25), se negó a declarar ante el fiscal Vaiani, quien actualmente subroga la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) de Delitos Conexos a la Trata de Persona y la Violencia de Género de San Isidro. “La chica contó cómo fue todo. Acusó a su pareja de haber cometido los crímenes, pero se puso en lugar de víctima. Nos aseguró que ella tuvo que limpiar todo bajo amenaza de muerte. Ahora tenemos que corroborar este relato con algunas pericias”, dijo a Télam una fuente judicial.

El médico legista que inspeccionó el lugar del hecho opinó ayer que los restos semi calcinados hallados en un tacho plástico de pintura encontrado en la terraza eran una pelvis, parte de una columna vertebral y cabellos que aparentaban ser femeninos. Vaiani necesita saber con precisión si los restos hallados hasta el momento pertenecen a una o a las dos víctimas y si están en condiciones de ser sometidos a un análisis de ADN. Por orden de Vaiani, un grupo especial de la Policía Científica irá a trabajar hoy a la casa de la calle Sarratea al 2726, de Manuel Alberti, partido de Pilar, para hacer pericias como Luminol, en búsqueda de rastros hemáticos lavados, y algunos trabajos balísticos para encontrar algún indicador de disparos.

El doble homicidio Ricardo Klein y Miriam Kowalzuck se descubrió ayer a la madrugada, luego de que un hermano del primero denunciara que hacía varios días que no lo veía. El hombre se dedicaba a recolectar cartones a gran escala y tenía organizado un circuito en el que le iba muy bien, al punto que había podido construir una casa de dos plantas, donde él vivía con su familia en una vivienda del fondo, mientras que alquilaba otra propiedad que tenía adelante y planeaba seguir expandiéndola. La pareja vivía junto a sus hijos mellizos de 11 años y con los ahora imputados, Karen Klein, que era hija de él, y Leandro Acosta, que era hijo de ella, y que además de ser hermanastros eran pareja entre sí.