Las testimoniales se realizarán a partir de las 10 en el Juzgado Nacional en lo Criminal de Instrucción 17, ubicado en el quinto piso del Palacio de Tribunales porteño, situado en Talcahuano 550.

La primera de las testigos será Dora Sandoval, la empleada doméstica de la mujer que, a 48 horas del crimen de Angeles y antes de que el encargado Jorge Mangeri fuera detenido, envió a la fiscalía un mail advirtiendo que investiguen al portero.

Sandoval vive en la casa tomada ubicada al lado del edificio de Ravignani 2360 y le comentó a su patrona que el portero solía acosar verbalmente a las mujeres que pasaban por la cuadra.

Otra testigo que escuchará el juez Ríos será Cecilia Ruth Brook, que es una prima de María Elena "Jimena" Aduriz, la madre de Angeles.

El tercer y último testigo de la jornada será Julio César Chappa, quien trabaja como encargado en Ravignani 2336, donde está el edificio contiguo al de las cámaras que tomaron el paso de Angeles a las 9.50 llegando a su casa, y cuyo testimonio para el juez es clave.

El juez Ríos citó a Chappa para dar por probado que aquella mañana nada le ocurrió a Angeles en la calle, ya que este portero se encontraba en la puerta de su edificio y no vio ni escuchó nada extraño al momento en el que la víctima caminaba por la cuadra y llegaba a su domicilio.

Ayer, el magistrado rechazó declarar nula la causa por la investigación del crimen de Angeles, como lo había reclamado la defensa del único imputado Mangeri.

Según el fallo difundido por el Centro de Información Judicial (CIJ), uno de los argumentos del magistrado fue "descartar de plano la aplicación de la teoría conocida como ´doctrina del fruto del árbol venenoso´" planteada por la defensa del encargado.

Es que los abogados Miguel Angel Pierri y Marcelo Biondi consideraron que hubo una violación del derecho de defensa en perjuicio de Mangeri en su primera declaración como testigo, por lo que todo lo que derivó de la misma debería ser nulo.

"(...) la defensa no ha demostrado la existencia de un acto ilegal ni que de ese acto se haya extraído información que derivara en un cauce de investigación que quede teñido de ilegalidad por esa primera evidencia viciada", sostuvo Ríos.

Luego, el magistrado explicó que la fiscal María Paula Asaro "dejó en claro en su dictamen que no existía en la causa ´ninguna evidencia con suficiente seriedad, peso e importancia que hiciera sospechar´" de Mangeri al momento de la primera declaración, por lo que le brindó un "trato como testigo".

Según Ríos, Mangeri "ya había actuado como testigo" en la causa cuando durante el procedimiento en el que se secuestraron las cámaras de seguridad del edificio de Ravignani 2360, el ahora acusado, "reconoció" a Angeles como la persona que se veía caminando en las imágenes.