Julio De Vido negó "taxativamente" haber admitido la existencia de una embajada paralela en Venezuela. 

El ministro de Planificación aclaró que siempre actuó con "plenipotencia de la Cancillería", es decir con "autorización expresa del canciller" para actuar en su lugar.

De Vido acusó a los medios de hacer una "mala interpretación" de sus palabras durante el discurso que brindó al dejar oficialmente inaugurada la central termoeléctrica San Martín, en la localidad de Timbús, provincia de Santa fe.

"Quien dice eso hace interpretaciones extrañas desde el punto de vista semiológico y esto es un acto de mendicidad. Lo que yo planteé en mi discurso fue claramente mal interpretado", objetó.

"Cuando la presidenta vuelva de Canadá le voy a decir que por favor arme un ministerio de semiología", ironizó, y añadió que "hay tanta mala fe en las interpretaciones de algunos, que uno tiene que entender que no interpretan el idioma castellano o que realmente tienen una mala intención que yo jamás me podría haber imaginado que existía en las personas".

"Hablan de embajadas paralelas; si embajada paralela es hacer el trabajo que ellos (por Sadous) no hacían porque se la pasaban de cóctel en cóctel y de copetín en copetín, aceptamos lo de embajada paralela".

Al respecto, el ministro aclaró hoy que "no se habló de comercio paralelo", porque "todos los acuerdos por fuera de mi área de competencia o que incorporaba a otras áreas del Gobierno siempre los firmé con plenipotencia del áraea de Cancillería".

En este sentido, explicó que plenipotencia es "una autorización expresa del canciller de que yo quede en lugar de él" y aseguró que "siempre las tuve tanto del doctor (Rafael) Bielsa como de (Jorge) Taiana".

"El que siempre estuvo ausente cree que lo que hacían la Cancillería y el Ministerio de Planificación, todos en conjunto trabajando, era una diplomacia paralela", disparó De Vido.