Uno de los detenidos por el asalto y crimen del comerciante Emiliano Martinó en Ramos Mejía declaró que el robo fue "entregado" por alguien del "entorno familiar" de la víctima.

En tanto, los peritos judiciales de la Procuración Bonaerense establecieron que la bala que asesinó a Martinó partió de una pistola calibre 9 milímetros marca Taurus pero aún no se determinó si el arma es policial o de los delincuentes, ya que esta mañana continuaban los cotejos balísticos en un laboratorio.

Más allá del resultado de las pericias, es decir si a Martinó lo mató una bala disparada por un ladrón o un policía, la fiscal decidió caratular la causa como "robo calificado con homicidio resultante" y responsabilizar sólo a los delincuentes por la muerte de la víctima.
 
Nicolás Fochi (34) es uno de los tres detenidos tras el tiroteo en el que murió Martinó y ayer por la tarde fue indagado por la fiscal Cano.

Siempre según la declaración de este imputado, el miembro de la banda que tenía como contacto a esa persona del "entorno familiar" de la víctima era el ladrón que terminó muerto y fue identificado provisoriamente como Pablo Lamas, ya que falta chequear su identidad con sus huellas.

"Pablo convocó a la banda y era el que tenía el contacto. Dijo que había 70.000 dólares en la casa y me prometió 5.000 dólares para mí", dijo Fochi, según una fuente judicial con acceso a la indagatoria.

Los voceros explicaron que dentro de una mochila que portaba el fallecido Lamas, los investigadores recuperaron 17.500 dólares y en uno de sus bolsillos, 3.500 pesos.

La mujer de Martinó también declaró ayer ante la fiscal y, si bien reconoció que le robaron dólares, dijo que no sabía precisar la suma, ya que los ahorros los llevaba su marido.

Los voceros consultados indicaron que la única mujer detenida, Claudia Marcela Pérez (34), alias "La Negra", también aceptó declarar ayer frente a la fiscal, mientras que el único que se negó a hablar fue el detenido Gonzalo Preli (27).