El resultado del examen de ADN que se le hizo al sospechoso investigado por el crimen de Lola Chonmnalez, no coincidio con las muestras de sangre obtenidas en la escena del crimen. El dato preliminar fue comunciado por la Policía a la jueza de Rocha, Silvia Urioste. El hombre ya estaba en libertad desde hoy a las 8 de la mañana.

Así lo anticipa y describe el diario uruguayo El Observador, publicación en la que se agrega que el vocero de la Suprema Corte, Raúl Oxandabarat, explicó que al vencer el plazo y no haber fallo, el sospechoso está en libertad pero en la medida que es un indagado, "aún vencido el plazo, está obligado a cooperar con el juez".

El hombre volvió a ser interrogado por la jueza y la fiscal entre las 4 y las 7 de esta mañana, antes de ser enviado hacia el Instituto Técnico Forense en Montevideo para realizarse pericias psiquiátricas.

Por otra parte, fuentes judiciales dijeron otro medio uruguayo, Subrayado.com.uy, que "El Chalila" en su última declaración contó cómo se encontró con Lola en la playa. Ella caminaba de Valizas hacia Aguas Dulces y él en sentido contrario. Cuando se cruzaron él quiso venderle "estampitas del amor", iniciaron un diálogo en el que la adolescente le contó de dónde era y le dijo que estaba saliendo con un chico.

Este último capítulo de la investigación del crimen comenzó a principios de la semana cuando la Policía recibió una llamada anónima (realizada desde un teléfono público) en la que una mujer dio datos precisos de quien, dijo, era el asesino de Lola. Según se supo, la denunciante aportó algún dato que tornó creíble la llamada.

Cuando el hombre fue detenido, su actitud y primeras reacciones (cuyos detalles no trascendieron) fueron interpretadas por policías como un principio de admisión de la culpa y así lo transmitieron a algunos superiores y a varios medios de comunicación. Primero dijo que no había estado en Rocha en el mes de diciembre, pero luego reconoció que sí, que estuvo no solo en Rocha sino en Valizas, donde mataron a Lola.