La Cámara Federal de Casación Penal admitió una “probation” para un caso de abuso sexual considerado, además, como “violencia de género”.

El fiscal que intervino en el caso, e incluso la propia víctima de la agresión sexual, estuvieron de acuerdo en que el caso no llegara a juicio oral, instancia en la que el agresor podía haber sido condenado a penas de hasta cuatro años de prisión.

El episodio ocurrió el 19 de abril de 2012 a las 11.40 en el interior de un consultorio médico situado en la calle Piedras al 900 de esta Capital, donde el imputado “abusó sexualmente” de la víctima.

El tribunal oral número dos rechazó en agosto de 2013 la “suspensión del juicio a prueba” (probation), pero la defensa del imputado argumentó que “la víctima prestó su conformidad para que se suspenda el juicio a prueba, aceptando la reparación ofrecida” por el agresor y, además, la propia Fiscalía manifestó “la intención de suspender el ejercicio de la acción penal”.

El caso llegó a la Sala Segunda del máximo tribunal penal de la Nación, que con las firmas de los jueces Angela Ledesma y Alejandro Slokar, más la disidencia de Liliana Catucci, revocó el fallo que rechazaba la probation y ordenó designar a un nuevo tribunal oral para que dicte un nuevo fallo que haga lugar a la suspensión del juicio mediante el mecanismo alternativo de resolución de conflictos.

“Habida cuenta del expreso consentimiento del titular de la acción pública (el fiscal) se impone aplicar al caso iguales parámetros en lo atinente a la imposibilidad de proseguir con la actividad jurisdiccional allí cuando no medie impulso del órgano acusador”, subrayó el voto mayoritario.

Los jueces se inclinaron por admitir la probation porque entendieron que una decisión en contrario podría “violentar la debida observancia de las formas sustanciales que exige el proceso penal".

“La víctima no sólo expresó su aceptación respecto de la reparación ofrecida sino también manifestó conformidad por definir el conflicto a través de la probation", resumió el fallo.