A dos años del homicidio de Rodríguez, ocurrido en octubre de 2010 durante un asalto en el barrio porteño de Liniers, el tribunal que llevaba el caso decidió declararlo inocente y dejarlo en libertad, ya que ni el fiscal del juicio, Diego Nicholson, ni los abogados querellantes lo acusaron. 

Mariano Facciuto, abogado de la familia de la víctima, explicó que Peralta “quedó libre de culpa y cargo” luego de que el juzgado entendiera que “no había una prueba suficiente para acusarlo”.

“Había indicios, pero al momento del debate las pruebas estaban a favor de Juan Pablo Peralta”, precisó Facciuto.

El letrado confirmó, además, que un testigo que declaró en la causa dijo que al momento del crimen el imputado estaba fracturado debido a un disparo que había recibido días antes. “No se podía mover sin asistencia de terceras personas, está comprobado por una historia clínica”, explicó Facciuto al comentar el testimonio.