Después de casi tres semanas de tensa calma, la violencia volvió a Kiev y con toda la furia. Miles de manifestantes rompieron hoy un cordón policial en la inmediaciones de la sede del Parlamento ucraniano, desatando una batalla campal entre los opositores y las fuerzas antidisturbios en la capital ucraniana.

Los choques se produjeron en la calle Grushevki -escenario de violentos disturbios hace un mes- cuando la policía intentó impedir el paso de una marcha multitudinaria convocada por la oposición para demandar que se restituya la Constitución de 2004 para recuperar el sistema presidencial-parlamentario.

También se han producido enfrentamientos en el cruce de las calles Institútskaya y Shelkovíchnaya, donde unos 2000 manifestantes tratan de superar las barreras policiales y lanzan adoquines contra los agentes antidisturbios que responden con gases lacrimógenos y granadas aturdidoras.

Más tarde, los manifestantes opositores asaltaron la sede del partido del presidente, Viktor Yanukovich, en Kiev lanzaron cócteles molotov y adoquines, y forzaron con hachazos la puerta de un garaje situado en el patio.

Al frente de la marcha iban destacamentos de "autodefensa" creados por los opositores, que se reclaman la renuncia de Yanukovich desde hace casi tres meses a lo largo de todo el país.

Los tres grupos parlamentarios opositores, Batkivshina, UDAR y Svoboda, habían anunciado que en la sesión de hoy de la Rada Suprema (Parlamento) exigirían la restitución de la antigua Carta Magna, pero la mayoría oficialista se niega incluso a incluir en el orden del día el debate sobre la reforma constitucional.

El sistema político ucraniano fue convertido en presidencialista mediante una reforma constitucional aprobada en noviembre de 2010, meses después de que el actual presidente ucraniano, Yanukovich, asumiera la jefatura del Estado.

Según el líder del opositor partido UDAR, Vitali Klitschkó, el retorno a la Constitución de 2004 sería el "primer paso" para superar la crisis en que se encuentra el país.

Además de la reforma constitucional, que recortaría los poderes del jefe del Estado en favor de los del Legislativo, la oposición reclama la celebración de comicios presidenciales y parlamentarios anticipados.