El presidente ruso, Vladimir Putin, acusó esta tarde a Estados Unidos de querer someter a Moscú, pero advirtió a Washington que nunca tendrá éxito.

"Ellos no quieren humillarnos, ellos quieren someternos, resolver sus problemas a costa nuestra", dijo Putin en una reunión con un grupo de apoyo, el Frente Popular, lo que desató fuertes aplausos. "Nadie en la historia pudo lograr esto con Rusia y nadie lo hará nunca", agregó.

Putin, aseguró hoy que está gratamente "sorprendido" por la cálida acogida que le dieron en Brisbane tanto el pueblo australiano como sus colegas de los países del G20.

"Conozco las declaraciones de mi colega australiano y cómo cubrió todo esto la prensa, pero en la práctica no hubo nada de eso", dijo Putin en un foro de política social celebrado en Moscú, al ser preguntado por las críticas que recibió en la cumbre del G20 por el papel de Moscú en la crisis de Ucrania.

Putin minimizó las "declaraciones belicosas" de otros líderes del del G20 y dijo que "probablemente esa es la cultura política con la que agitan la atmósfera. Pero en la vida real no hubo nada parecido en el trabajo".

Los medios internacionales informaron profusamente el pasado fin de semana de los desplantes que había sufrido Putin en la cumbre de mandatarios y de las acusaciones que le lanzaron nada más llegar acerca de la supuesta presencia de tropas rusas en el este de Ucrania.

El Kremlin ha negado tales desplantes y quitado importancia al hecho de que Putin abandonara Brisbane antes de terminar la cumbre.

Hoy el presidente ruso volvió a insistir en que se fue un poco antes porque tenía que volar 21 horas hasta Moscú, donde tenía muchas cosas que hacer, y añadió: "ya sé cómo son estas cosas: más de 20 personas y la salida se hace por orden alfabético. Por eso era mejor irse un poco antes".

La violencia está en aumento en el este del país a pesar de un cese al fuego de más de dos meses. Kiev y Occidente dicen que Rusia está enviando soldados y armas para ayudar a los rebeldes prorrusos en esa zona de Ucrania, una acusación que el Kremlin rechaza.

Kiev informó que cinco soldados ucranianos murieron en las últimas 24 horas en el conflicto, elevando a más de 140 el número de efectivos del Gobierno fallecidos desde que se declaró el cese al fuego el 5 de septiembre.