Uruguay empezará a retirar "en estos días" parte de sus tropas de paz de la Minustah que tiene instaladas en Haití junto a otros países, y su presidente, José Mujica, cuestionó su utilidad tras 10 años de permanencia allí. "No queremos que (la Minustah, que depende de Naciones Unidas) se convierta en una especie de guardia pretoriana", dijo Mujica y subrayó que es necesario que ese país cumpla también determinados compromisos, como la convocatoria a elecciones legislativas.

El argumento para retirar esas tropas es que "en 10 años no se logró colaborar para que Haití se valga por si mismo", y si en ese tiempo no se alcanzó el objetivo buscado "difícilmente se va a conseguir" permaneciendo allí, expresó el mandatario uruguayo. Por eso Mujica cree que "es mejor que los haitianos asuman su propia responsabilidad".

El tema de la Misión de Naciones Unidas para la Estabilización de Haiti (Minustah) "se va a discutir con todos los países que tienen efectivos allí" y ya fue tratado con la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, a quien Mujica visitó el domingo. Brasil encabeza la Minustah y, según el presidente de Uruguay, su colega Rousseff coincide en esta visión sobre Haití.

Además de Uruguay y Brasil la Minustah está integrada por efectivos de Argentina, Bolivia, Canadá, Chile, Ecuador, El Salvador, Estados Unidos, Filipinas, Francia, Guatemala, Honduras, Indonesia, Jordania, Nepal, Paraguay, Perú, República de Corea y Sri Lanka.