Unicef advirtió hoy que sólo se cubrió un tercio de los 200 millones de dólares que se necesitan para enfrentar el virus del ébola en África Occidental y advirtió los importantes efectos a largo plazo que la epidemia puede tener en la región.

Entre esas consecuencias, la portavoz de la agencia Sarah Crowe apuntó al riesgo de que países como Liberia y Sierra Leona echen por tierra los avances que han logrado en los últimos años en áreas como la mortalidad infantil y la salud materna.

En el caso de Liberia, el país logró en los últimos diez años la mayor reducción de la mortalidad infantil en toda África, una situación que está bajo "una enorme amenaza" a causa del ébola, dijo Crowe en una conferencia de prensa tras regresar de la zona.

Además de los fallecimientos por la enfermedad, la emergencia llevó a que el número de partos asistidos por profesionales sanitarios en Liberia caiga del 52 al 32 por ciento, disparando el riesgo para madres y niños.

"Esta es una indicación de los daños colaterales (del ébola) de la que no se está hablando lo suficiente", señaló Crowe, que también destacó la multiplicación del número de huérfanos.

Según Unicef, Liberia cuenta únicamente con 45 médicos locales para una población de 4,5 millones, por lo que destacó la importancia de que la comunidad internacional dé su apoyo.

Entre otras cosas, la agencia de la ONU está preparando a supervivientes del ébola para que puedan cuidar de enfermos y trabajando para recuperar el suministro de servicios sociales básicos como el agua y la educación.

Para ello, pidió una financiación de 200 millones, de la que por ahora sólo se obtuvo alrededor de un tercio.

Según el último recuento de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la epidemia de ébola que afecta a Guinea Conakry, Liberia y Sierra Leona ha infectado a unas 9.000 personas, de las cuales unas 4.000 murieron.