La Policía de Nueva Jersey arrestó esta semana a una mujer que sometió a su hija de cinco años a una sesión de cama solar, una práctica a la que ella es adicta, como lo demuestra su tono de bronceado.

Es probable que Patricia Krentcil, de 44 años, haya sido una bebé de piel rosada y tersa, pero hoy en día exhibe una cara muy distinta, y no tiene nada que ver con su dedad: la mujer desarrolló una adicción a la cama solar que la llevó de tener un saludable tono bronce a parecer cubierta de chocolate.

Si bien Krentcil tiene el derecho de hacer lo que desee con su cuerpo, la Policía de Nutley, en Nueva Jersey, la detuvo por hacer que su hija, Anna, tomara una sesión de cama solar. Al parecer, la niña se quejó en el colegio de que le dolía la piel por "estar en la cama solar con mami", informó el sitio inglés The Sun.