En el mar Báltico ya había pescado minas, un torpedo e incluso un cadáver. No obstante, esta vez lo que el pescador alemán Konrad Fischer encontró en sus redes fue mucho más agradable: un mensaje en una botella de cerveza que un berlinés lanzó al mar hace ya 101 años.

"Al principio no me di cuenta de que había algo en su interior. Pero a pesar de ello no me deshice de la botella. Era demasiado linda. Es una botella de una antigua cervecería de Kiel donde se puede ver un relieve con una orden militar", explicó Fischer, de 65 años,  al diario alemán Süddeutsche Zeitung.

"Cuando la miramos con más detenimiento, un compañero comentó: 'Hay algo en su interior'. Con un cable saqué la fina nota que estaba enrollada", agregó.  Se trataba de una postal danesa fechada en el 17 de mayo de 1913. Hasta ahora el mensjae más antiguo del mundo era de 1914. 

De momento se desconoce su contenido. "No puedo leerlo. Está escrito en la escritura Sütterlin (caligrafía alemana popular en 1911). Además, las letras están descoloridas. Hay que pensar que estuvo durante años en el mar y recibió mucho sol. Sólo pude leer el año en el reverso: 1913".

Sin embargo, se sabe que su remitente es un berlinés de la Richard Platz en el barrio Berlin-Baumschulenweg y que la botella fue lanzada en Dinamarca al mar debido a los sellos del rey danés de la postal. 

El remitente también incluyó dos sellos alemanes en la botella y su dirección. "Probablemente esperaba que alguien en Alemania encontrara la botella y le enviara la postal", indicó Fischer.

Ahora el pescador quiere probar si sigue viviendo alguien en esa dirección y comunicarle su gran descubrimiento.