Ucrania acusó a Rusia de derribar uno de sus aviones de guerra obligando al piloto a catapultarse, informó el Consejo de Seguridad Nacional y Defensa ucraniano. "Un avión de guerra de la Federación Rusa alcanzó con un misil un avión Su-25 de las Fuerzas Aéreas (ucranianas) que cumplía una misión en territorio ucraniano", señaló Andrei Lisenko, vocero del Consejo de Seguridad ucraniano en conferencia de prensa. 

Lisenko denunció que la "nueva provocación rusa" se produjo "el 16 de julio (ayer) a las 19 horas", pero que el piloto se catapultó y fue evacuado a un lugar seguro. "El piloto está sano y salvo, no resultó herido", aseguró. Rusia aún no emitió una sola palabra sobre el tema. Además, informó que dos de los ocho tripulantes del avión de transporte An-26 derribado el lunes fueron encontrados muertos, mientras cuatro fueron rescatados y otros dos fueron apresados por los rebeldes. 

Por otro lado, el presidente ruso, Vladimir Putin, dijo hoy en Brasilia que las nuevas sanciones contra su país establecidas por Estados Unidos debido a la crisis en Ucrania pueden llevar las relaciones entre Washington y Moscú a "punto muerto". Estados Unidos anunció hoy un nuevo conjunto de sanciones a Rusia bajo el alegato de que este país no cumple con su compromiso de reducir las tensiones en Ucrania. Putin dijo que "por lo general, las sanciones tienen un efecto boomerang".
 
Las nuevas sanciones, según el presidente estadounidense, Barack Obama, son contra "empresas clave" de Rusia. "Son acciones significativas, pero limitadas, para evitar contagios a nuestros socios", afirmó Obama después de que se conocieron las sanciones, que afectan a entidades financieras y energéticas rusas. 

Los líderes de la Unión Europea (UE) acordaron ayer en Bruselas, "expandir las medidas restrictivas dirigidas a entidades, incluidas las de la Federación Rusa, que apoyan material o financieramente acciones que minan o amenazan la soberanía, integridad territorial e independencia de Ucrania. La presiones no pueden no tener un reflejo en nuestra política presupuestaria. Debemos prestar más atención a los gastos para defensa y seguridad nacional", afirmó el primer ministro ruso, Dmiti Medvedev, durante una reunión de su gobierno en Moscú. 

El jefe del Ejecutivo ruso advirtió que una política exterior de Estados Unidos y la UE basada en las sanciones puede devolver las relaciones de Moscú con Occidente a los años 80 del siglo pasado, la última fase de la confrontación política, económica y militar conocida como Guerra Fría. Asimismo, la cancillería rusa lamentó que la Unión Europea "haya cedido al chantaje de Estados Unidos" al ampliar el segundo paquete de sanciones contra Moscú. 

En un comunicado, el Ministerio de Exteriores denunció que Bruselas, al igual que Washington, "culpa de todos los males a aquellos que se esfuerzan realmente por rebajar la tensión en Ucrania, y al mismo tiempo silencia hechos como la huida de refugiados desde Ucrania a Rusia, el cañoneo de territorio ruso y otras provocaciones anti rusas" que provienen desde Kiev.