Un motín iniciado el lunes en una cárcel del estado Paraná, en el centro de Brasil, terminó esta mañana con la entrega de los nueve rehenes que quedaban, luego de que las autoridades accedieran a trasladar a 28 reclusos a otros penales, informaron fuentes de la Secretaría de Justicia, Ciudadanía y Derechos Humanos paranaense.

El motín en la Penitenciaría Industrial de Guarapuava, en el interior de Paraná, comenzó a media mañana de lunes, cuando un grupo de presos tomó como rehenes a otros reclusos y a 13 de los 18 agentes penitenciarios, y entregó a negociadores de la Policía Militar una lista de exigencias para levantar la medida.

Varios de los rehenes -cinco guardiacárceles y al menos otros tantos presos- ya habían sido liberados en el transcurso del motín, casi todos ellos con heridas, por lo que fueron hospitalizados.

Imágenes de televisión mostraron que los cautivos fueron agredidos en numerosas ocasiones por los amotinados y a éstos amenazar con prender fuego a un guardiacárcel que había sido atado a un pararrayos.

Por otra parte, el Sindicato de Agentes Penitenciarios de Paraná aseguró que los uniformados tomados como rehenes fueron "sometidos a torturas".

El penal de Guarapuava, inaugurado hace 15 años y considerado modelo pues los reclusos pueden estudiar y trabajar, tiene actualmente 239 presos, uno menos que los que puede albergar.

La que terminó hoy fue la primera rebelión registrada en Guarapuva pero la vigésimo primera en lo que va del año en penales del estado Paraná.

La más grave de ellas ocurrió en agosto en Cascavel, donde fueron asesinados cinco presos (dos de ellos, decapitados).