En el último de su serie de videos de decapitaciones a rehenes, Estado Islámico mostró al estadounidense Peter Kassig vestido de naranja y listo para ser la próxima víctima del grupo jihadista . La familia de este joven asistente humanitario ha hecho manifestaciones públicas para rogar que no le pase nada y anoche, con esa intención, difundió una carta que él envió en junio pasado.

En la misiva, el joven, un ex soldado estadounidense que creó una organización humanitaria destinada a ayudar a las víctimas del conflicto sirio, dijo que tenía miedo de morir, y aclaró que se convirtió al islam voluntariamente.

La carta de Kassig, secuestrado el 1° de octubre de 2013 en el este de Siria, comienza con un agradecimiento a sus padres "por todo lo que han hecho" por él, según la misiva del 2 de junio compartida ayer en Twitter junto a fotografías del joven en su infancia.

"Obviamente tengo bastante miedo de morir pero lo peor es no saber, dudar, desear y no saber si debo siquiera tener esperanza.

Estoy muy triste que todo esto ha pasado y por todo lo que ustedes en casa están pasando. Si me muero, imagino que al menos ustedes y yo podemos buscar refugio y consuelo sabiendo que salí como resultado de un intento de aliviar el sufrimiento y ayudar a aquellos necesitados", escribió.

"En cuanto a mi fe, rezo todos los días y no estoy enojado con mi situación en ese sentido. Estoy en una situación complicada dogmáticamente, pero estoy en paz con mis creencias", agregó el joven, que se convirtió hace tiempo al Islam y cambió su nombre por Abdul Rahman.

"Deseo que este papel sea eterno y que nunca se me acabe y poder seguir hablando con ustedes. Simplemente sepan que estoy con ustedes. (.) Los quiero", termina la carta.

En un comunicado, Ed y Paula Kassig indicaron que su hijo les aclaró que no fue obligado a convertirse y agregaron que un ex rehén les informó que su hijo se convirtió al compartir una celda con un musulmán sirio devoto.

Los padres del joven asistente humanitario indicaron que decidieron publicar la carta "para que el mundo entienda por qué nosotros y tantas personas lo amamos y admiramos".

Los padres de Kassig difundieron el sábado pasado un video implorando por la liberación de su hijo y pidiendo misericordia de los jihadistas.

"Imploramos a sus captores mostrar misericordia y utilizar su poder para dejar ir a nuestro hijo", dijo Ed Kassig refiriéndose a su hijo Peter.

"Por favor, recuerda que todos nosotros estamos orando por ti y tu regreso sano y salvo. Pero sobre todo, recuerda que te queremos", dijo Paula Kassig con un pañuelo en cabeza para respetar las costumbres islámicas.

Ed Kassing insistió en el video que su hijo había abrazado el islam después de establecer una profunda relación con la gente de esa conflictiva región.

"Cuando vio el sufrimiento del pueblo sirio, se dirigió a Turquía y fundó una organización para proveer ayuda y asistencia. Ayudó a capacitar a 150 civiles para suministrar ayuda médica al pueblo de Siria. Su organización entregó alimentos, medios para cocinar, ropas y medicinas a aquellos que los necesitaban. Llegó a querer y a admirar al pueblo sirio y allí se sintió como en su casa. Nuestro hijo terminó abrazando el islam", dijo el padre.

Originario de Indiana, el ex soldado del Ejército estadounidense combatió en Irak y, tras abandonar las Fuerzas Armadas, fundó la organización humanitaria "Special Emergency Response and Assitance (SERA) en 2012.

El padre del rehén dijo además que aunque apeló al gobierno estadounidense, carecía del poder necesario como para influir en su política. "Hay demasiadas cosas que están fuera de nuestro control", afirmó.

"Le pedimos al gobierno que cambie sus iniciativas pero, al igual que nuestro hijo, no tenemos más control sobre el gobierno estadounidense del que ustedes tienen sobre la llegada del amanecer", sostuvo el matrimonio en el video.

EI publicó este viernes un nuevo video en el que decapita al ciudadano británico Alan Henning, y apunta a Kassig como próxima víctima si no cesan los bombardeos contra sus posiciones, que el pasado agosto comenzó Estados Unidos, y a los que ahora se han unido varios países para formar una coalición internacional contra los yihadistas.

Los extremistas suníes, que han tomado parte del territorio en Siria e Irak, han asesinado a los periodistas estadounidenses James Foley y Steven Sotloff y a los asistentes humanitarios británicos David Haines y Alan Henning, mientras que mantienen en cautividad al periodista británico John Cantlie.