Decenas de agentes ejecutaron la medida en las inmediaciones del edificio de oficinas Citic Tower, un inmueble de 32 plantas ubicado en el corazón de las principales protestas en esa zona de la ex colonia británica, ante la mirada atenta de decenas de estudiantes, periodistas y observadores de organizaciones de derechos humanos.

Se trata del primer desalojo llevado a cabo con éxito en las zonas ocupadas por los manifestantes desde que estallaran, el 22 de septiembre, las mayores protestas democráticas en la ciudad, a favor de la demanda de una reforma electoral que permita a los ciudadanos elegir libremente a sus candidatos en los comicios de 2017.

Horas antes del inicio del desalojo, los manifestantes comenzaron a recoger voluntariamente algunas tiendas de campaña que
estaban en las inmediaciones del edificio y movieron algunas de las barricadas, informó la agencia de noticias EFE.

También retiraron parte de las barricadas para acatar la orden judicial, que por primera vez da poder a las autoridades policiales para eliminar cualquier obstáculo que obstruyera los accesos al edificio.

Sin embargo, a medida que la operación avanzaba, algunos manifestantes y los responsables legales del edificio discutieron sobre los alcances de la decisión judicial, es decir, hasta dónde deberían moverse las barricadas para dejar suficiente acceso al inmueble.

(FL)Horas antes del inicio del desalojo, los manifestantes comenzaron a recoger voluntariamente algunas tiendas de campaña que
estaban en las inmediaciones del edificio y movieron algunas de las barricadas(FL)Más de dos horas duraron las negociaciones por liberar metros de espacio entre el edificio y la zona de acampada callejera, después de que la disputa se centrase en si debería abrirse el paso en la avenida Tim Mei, donde se asientan gran parte de los manifestantes.

Joshua Wong, líder de la organización estudiantil Scholarism, una de las organizadores de las protestas, expresó su desacuerdo con la actuación de los agentes judiciales y la policía al tratar de abrirse paso más allá de las zonas delimitadas por la orden judicial.

"Creemos que mañana volverán a intentar desalojar toda la calle", declaró el líder estudiantil, y aseguró que resistirán, "según nuestros principios del uso de la no violencia", cualquier desalojo que no esté contemplado bajo mandato judicial. puntualizó.

Ante las críticas de los estudiantes y la oposición, el secretario de Justicia de Hong Kong, Rimsky Yuen, aseguró hoy que el gobierno no tenía intención de recurrir a los tribunales para resolver los problemas políticos, aunque señaló que los afectados por las protestas si lo tienen.

Entre tanto, la policía participará hacia mediados de esta semana en la ejecución de una segunda resolución judicial que ordena el desbloqueo de dos calles en el barrio obrero de Mong Kong, donde se registraron los mayores enfrentamientos contra los manifestantes.

La decisión judicial, que afecta a este barrio ubicado en la península de Kowloon, obedece a una demanda impuesta por dos asociaciones de taxistas y de una empresa de autobuses.

El Tribunal Superior de Justicia de Hong Kong tiene pendiente aprobar una tercera decisión, solicitada por dos compañías de colectivos, que buscan el desalojo de los manifestantes en tres vías en las que se asientan los principales asentamientos de las protestas en Admiralty, a los pies de los edificios gubernamentales.

Mientras tanto, y como telón de fondo de la situación, un millar de tiendas de campaña aún siguen en pie en esta zona, cuya vida cotidiana se convirtió en rutinaria para los escasos cientos de manifestantes que permanecen en ellas, a 10 días de cumplir los dos meses de permanencia.