El primer ministro italiano, Mario Monti, y su antecesor Silvio Berlusconi siguen cruzando fuertes acusaciones en los medios por el riesgo país y por la actual gestión, que desnudaron el trasfondo de la crisis que provocó hace tres días el anuncio del fin del gobierno y el anticipo de elecciones.

Durante la emisión de un programa televisivo en la emisora privada Canale Cinque, donde confirmó que nuevamente será candidato, Berlusconi aseguró que el riesgo país es “una estafa” y “no le importa a nadie”.

Minutos después de esta declaración, Monti señaló en una entrevista al programa Uno Mattina, de la televisión pública RAI1, que en vista de la próxima campaña electoral “los políticos no deben prometer lo que no pueden mantener”.

“En campaña electoral se presentan soluciones mágicas a los ciudadanos para atender sus instintos más viscerales, pero los políticos les tienen que dar un futuro y no prometer lo que no pueden mantener. Es importante no tratar a los ciudadanos como tontos, sino como personas maduras”, acotó mordazmente el actual premier italiano.

El sábado, Monti anunció que presentaría su renuncia después de la aprobación del presupuesto, lo que adelantará un mes las elecciones generales, que en principio estaban previstas para mediados de marzo.

Sobre esto, el primer ministro hizo una férrea defensa de la Unión Europea (UE) al afirmar que “sin Europa estas guerras financieras sacudirían los países y los mercados nacionales y los estados europeos acabarían sucumbiendo frente a otras potencias económicas”.

Las declaraciones de Berlusconi acusando a Monti de ser un agente “de Alemania” generaron indignadas réplicas de la alianza conservadora que encabeza Angela Merkel en la República Federal.