Los gobiernos ruso y griego firmaron en San Petesburgo un acuerdo preliminar para construir un gasoducto que según Atenas podría ser otra opción para obtener financiamiento externa en caso de que finalmente fracasen sus negociaciones contrarreloj con sus acreedores europeos y del FMI. La firma se produce en el marco del Foro Económico Internacional de San Petersburgo, donde el primer ministro griego, Alexis Tsipras, se reunirá hoy con el presidente ruso, Vladimir Putin, en un momento crucial de las negociaciones de Grecia con sus acreedores internacionales.

Los líderes tienen previsto discutir la crisis de acuciante deuda de Grecia, que a fin de mes podría caer en cesación de pagos y comenzar a desandar su camino de salida de la zona euro si no consigue fondos de asistencia que sus acreedores mantienen congelados a la espera de que Atenas aplique ajustes que rechaza. Ayer, asesores de Putin declinaron decir si Rusia evaluaba un préstamos de "rescate" financiero para Grecia, que se ha acercado a Moscú recientemente al criticar las sanciones que Occidente impuso al Kremlin por la crisis en Ucrania, un tema que se espera esté presente en el foro.

"Con la firma de este memorándum culminamos un trabajo de muchos meses para trazar el gasoducto a través del territorio griego. Este gasoducto jugará un papel estabilizador en toda la región. La realización del proyecto no apunta contra nadie, sino que une a todas las regiones por las que pasará", dijo el ministro de Energía helénico, Panagiotis Lafazanis, al firmar el preacuerdo con su par eslavo, Alexandr Novak. Las obras, con un coste total estimado en 2.000 millones de euros, comenzarán previsiblemente el próximo año y concluirán en 2019, según el ministro de Energía ruso.

Rusia anunció el proyecto de un nuevo gasoducto a través del mar Negro hasta territorio turco después de renunciar al South Stream, que debía suministrar gas ruso a países europeos como Italia, Austria y Hungría a través de Bulgaria. En febrero, la compañía de gas ruso Gazprom advirtió de que la Unión Europea tiene un plazo de dos años como máximo para enlazar su red de gasoductos con la frontera greco-turca y que "no hay otras opciones" sobre la mesa, ya que el tránsito a través de Ucrania está descartado una vez expire el actual contrato.