La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, reiteró hoy que Brasil es "un país democrático" y que su Gobierno garantizará el derecho a la "protesta pacífica" durante el Mundialde fútbol, que comenzará el próximo 12 de junio.

"Si las personas quieren protestar, pueden hacerlo perfectamente, pero democracia no significa vandalismo ni perjuicios para el resto de la población", declaró Rousseff durante una visita a las obras del trasvase del río San Francisco, uno de los principales del país.
 
La jefa de Estado aludió así a las manifestaciones que diversos movimientos sociales se proponen convocar durante el Mundial para protestar contra el elevado gasto público en el evento de la FIFA y exigir mayores inversiones en salud, educación y transporte, entre otras áreas sociales.

"Quien quiera manifestarse puede, pero quien lo haga no puede deninguna manera perjudicar el Mundial", aclaró la presidenta, quien recordó que las Fuerzas Armadas, así como todos los organismos deseguridad del Estado, velarán por "garantizar que las protestas seanpacíficas".

El año pasado, durante la Copa de las Confederaciones, un evento preparatorio del Mundial, una ola de masivas protestas contra el alto gasto público en eventos de la FIFA derrumbó la popularidad de Rousseff desde el 70 % que ostentaba entonces hasta un 35 %.

La presidenta recordó que, cuando ocurrieron esas protestas, instó a todos los miembros de su Gobierno a "oír la voz de la calle" y aceleró una serie de planes sociales y de infraestructura que ya estaban en preparación.

También reiteró su convicción de que los brasileños se entregaránal Mundial, sobre todo por la gran pasión que sienten por el fútbol. "Somos un pueblo muy generoso. Vamos a recibir y tratar bien atodos quienes vengan aquí a celebrar, Y creo que es necesario que esa sea la postura de todos, que sea un criterio de todos, para asegurar el éxito de una fiesta de estas proporciones", apuntó.

A la posibilidad de que durante el Mundial se repitan las masivas protestas que enmarcaron la Copa Confederaciones se refirió también el ministro de Deporte, Aldo Rebelo, quien consideró que, si las hubiera, no tendrían la misma intensidad que las del año pasado. "Si hubiera manifestaciones serán aisladas. 

Creo que el país está preparado, porque la legislación brasileña protege las protestas pacíficas y cohíbe las violentas", dijo Rebelo en una entrevista conun grupo de radios. No obstante, declaró estar convencido de que "no habrá tantagente interesada en que el Mundial sea alborotado por protestas violentas". De todos modos, si las hubiera, aseguró que la seguridad pública estará "preparada" para garantizar "la integridad de los hinchas y de todos los invitados".