Decenas de personas se manifestaron frente a la casa del ex capitán de las SS Erich Priebke, que cumple arresto domiciliario por la matanza de las Fosas Ardeatinas. Un buen número de efectivos policiales rodeó desde temprano la casa ubicada en el barrio Aurelia.

Se registró un pequeño incidente con un hombre, identificado como el nieto de Priebke, que se acercó al lugar con una botella de champagne para celebrar el aniversario de su abuelo.

Sin embargo, también hubo carteles y pintadas de apoyo para el ex miembro de las temibles SS. “Dios maldiga a tus acusadores... Buen cumpleaños, capitán Priebke!”, decía un cartel firmado por la “Comunidad Militante Tiburtina”, que fue encontrado y retirado de inmediato por las autoridades.

En pleno centro romano apareció otro cartel, que decía “Pacifici, llega tú a 100 años!”, firmado por la misma organización. También fueron pintadas esvásticas en una pared externa de la sede de la Asociación Nacional de Partisanos de Italia.

“Los escritos elogiando al criminal Priebke y las esvásticas aparecidas en ANPI son el habitual vil acto de quien aún no cede frente a la única y sacrosanta verdad de la historia”, afirmó al respecto una nota de la Asociación de ex combatientes de la resistencia contra el nazi-fascismo.

Por su parte, militantes del partido Sel (Izquierda, Ecología y Libertad), del gobernador de Apulia, Nichi Vendola, organizaron en Roma una fuerte “movilización para evitar todo festejo público a Priebke”. Finalmente, el alcalde romano, Ignazio Marino, se había comprometido días atrás a no autorizar “ninguna fiesta pública” que reivindicase lo actuado por Priebke durante la guerra.

Priebke vivió más de cuarenta años en la Argentina y se convirtió en un eminente vecino de Bariloche, en la provincia patagónica de Río Negro. Allí, dirigió el Instituto Cultural Argentino Bariloche y también su colegio, el Instituto Primo Capraro. La fachada de “ciudadano ejemplar” se terminó cuando un libro reveló la participación de Priebke en crímenes de guerra en territorio italiano.

En 1995, la Argentina concedió su extradición a Italia y tres años más tarde fue condenado a cadena perpetua, aunque por su avanzada edad se le permitió cumplir condena en su domicilio.

La masacre de las Fosas Ardeatinas ocurrió el 23 de marzo de 1944. Ese día, la resistencia italiana atacó un convoy alemán con una bomba oculta en un camión. Murieron 31 soldados germanos y dos civiles italianos. La represalia nazi consistió en ejecutar a diez italianos por cada alemán muerto, aunque finalmente la cifra de condenados a muerte se elevó a 335.

Por Continental, Giulia Spizzichino, prima de una de las víctimas de Priebke y testigo clave para lograr la extradicción a Italia, señaló que "a pesar de que pasan los años, no pasa el dolor, porque lo condenaron pero vive muy bien, anda por donde quiere. Ha vivido muy bien porque Roma le gusta muchísimo", deploró en La Mañana.