La directora del Servicio Secreto de Estados Unidos, Julia Pierson, presentó hoy su dimisión por el escándalo del acceso de un intruso al interior de la Casa Blanca y tras confirmarse varias fallos en el anillo de seguridad presidencial.

La noticia fue anunciada en un comunicado por Jeh Johnson, el secretario de Seguridad Nacional, agencia federal que supervisa el Servicio Secreto, encargado de la seguridad del presidente estadounidense.

Pierson, la primera mujer al frente del organismo, deja así el cargo apenas 18 meses después de asumirlo.

Precisamente, la jefa del Servicio Secreto había sido nombrada tras revelarse que agentes habían llevado prostitutas al hotel donde acompañaban al presidente Barack Obama en un viaje a Colombia en 2012.

Su salida se produce solo un día después de que testificara en una audiencia en la Comisión de Reforma y Supervisión Gubernamental de la Cámara de Representantes, donde fue duramente criticada tanto por legisladores republicanos y demócratas.

La presión fue creciendo sobre Pierson al conocerse detalles de la entrada de Omar González, un veterano de guerra, en la
residencia presidencial el pasado 19 de septiembre sin que fuera detenido hasta traspasar varias dependencias de la Casa Blanca.
En un principio, el Servicio Secreto dijo que solo había accedido a la puerta del Pórtico Norte y que iba desarmado.

Sin embargo, a continuación se reveló que González iba armado con un cuchillo, tenía en su auto 800 cartuchos de munición y había atravesado la Sala Este, donde el presidente -que no estaba en el edificio- celebra habitualmente actos de trabajo.

Hoy, las oficinas de senadores de alto rango como el demócrata por Nueva York, Chuck Schumer, y el republicano por Carolina del Sur, Lindsey Graham, habían anunciado su intención de pedir la dimisión de Pierson.