El secretario general del partido griego Syriza, Tasos Koronakis, dimitió a su cargo tras declarar "desacuerdos con la nueva línea política" del partido gobernante, y profundizó la crisis desatada en el entorno de esa formación tras el acuerdo sobre el tercer rescate financiero a Grecia. Koronakis explicó que, pese a su renuncia, seguirá formando parte de Syriza al menos hasta que complete su proceso de reajuste interno, que comenzará hoy con la reunión del consejo político de la formación izquierdista, según informaron los portales de los diarios griegos Efsyn y Ethnos.

El ahora ex secretario general llamó a defender "la moralidad" de la izquierda, expresando una vez más su rechazo al acuerdo alcanzado entre el Ejecutivo de Alexis Tsipras y sus socios de la eurozona para dar un alivio financiero de 86.000 millones de euros a Grecia. Tsipras dimitió la semana pasada asumiendo que había aceptado un acuerdo contrario a sus principios políticos pero explicando al mismo tiempo que era la única forma de "salvar al país", por lo que llamó a elecciones anticipadas y pidió de nuevo la confianza de los griegos.

El presidente griego, Prokopis Pavlopoulos, encargó a Nueva Democracia -principal partido opositor- formar gobierno, pero fracasó por lo que el mandato pasó ahora a Unidad Popular (UP). Si este partido no lo consigue, el país debería celebrar elecciones anticipadas y hasta que esto ocurra, se formará un gobierno interino. El líder de UP, Panayotis Lafazanis, acusó al Gobierno del dimitido Tsipras de forzar la convocatoria de elecciones para "ocultar las consecuencias" de las medidas pactadas con los acreedores a cambio del tercer rescate.

La composición actual del Parlamento heleno no permite formar un nuevo Gobierno sin la participación de Syriza, ya que el resto de grupos que podrían cooperar no suman los 120 diputados que se requieren como mínimo. UP, que busca acabar con la política de los rescates y, en caso necesario, la salida del euro, tiene ahora tres días para tratar de constituir una nueva mayoría parlamentaria. Su objetivo es que la crisis política actual no termine contribuyendo "a la celebración de elecciones 'exprés'. Las elecciones deben celebrarse el 27 de septiembre, si no más tarde", aseveró.