Dos hermanos: Galip y Aylan Kurdi de 5 y 3 años, escapaban de la ciudad siria de Kobane, controlada por la banda de bárbaros y terroristas del Estado Islámico. No hubo otra realidad para ninguno de los dos chicos. Y su familia decidió huir entre la disyuntiva de quedarse en Siria y morir o escapar e intentar sobrevivir.