Un día después de que Kiev y la OTAN acusaran a Rusia de invadir el sudeste de Ucrania y de tomar varias localidades, la alianza atlántica se reunió hoy de urgencia y urgió a Moscú a detener sus "acciones ilegales", al tiempo que dejó abierta la puerta a una futura adhesión de Ucrania, algo que el Kremlin rechaza.

En Kiev, en un fuerte giro y en abierto desafío a Rusia, el gobierno de Ucrania anunció hoy que buscará su ingreso a la OTAN y la protección militar que esto le garantiza de parte de Estados Unidos y los otros 27 miembros de la alianza atlántica.

La crisis en Ucrania experimentó una nueva escalada luego de que Kiev y la OTAN denunciaran ayer que decenas de tanques, blindados y unos 1.000 soldados rusos ingresaron el miércoles en el sudeste de Ucrania y ayudaron a los separatistas pro rusos a tomar la estratégica ciudad costera Novoazovsk, sobre el mar de Azov.

El avance de los rebeldes llegó luego de semanas de operaciones militares ucranianas que los habían puesto contra las cuerdas y abrió un tercer frente en el conflicto armado iniciado en abril, además de los dos en las provincias de Donetsk y Lugansk, al norte de Novoazovsk, en el este de Ucrania, en la región del Donbass.

Sin referirse a las denuncias de invasión, Putin justificó y elogió hoy la contraofensiva "humanitaria y militar" lanzada por los rebeldes por haber "socavado la operación militar de Kiev, que amenazaba vidas de residentes del Donbass y ya había causado una colosal cifra de muertos entre los civiles".

Tocando una fibra altamente sensible para los rusos, el mandatario comparó las acciones de las fuerzas militares ucranianas en el este pro ruso con el bombardeo y sitio de Leningrado por parte del Ejército alemán durante la Segunda Guerra Mundial, que duraron 872 días y dejaron unos 670.000 civiles muertos.

"Por triste que sea, esto me recuerda incluso a la Segunda Guerra Mundial, cuando los ocupantes fascistas-alemanes, sus tropas, rodearon nuestras ciudades, como Leningrado, y dispararon contra esas poblaciones y sus habitantes", dijo, citado por la agencia de noticias EFE.

A su vez, llamó a la comunidad internacional "a obligar a las autoridades ucranianas a abrir negociaciones concretas", no sólo sobre cuestiones humanitarias, como el canje de prisioneros, sino "sobre los derechos" del sudeste de Ucrania.

Más temprano, en un inusual mensaje a los rebeldes, Putin se dirigió a ellos para que abran un corredor humanitario que permita la salida de los miles de soldados ucranianos rodeados en el este del país.

"Estoy llamando a los insurgentes a abrir un corredor humanitario para las tropas ucranianas que fueron rodeadas a fin de evitar muertes sin sentido", dijo el presidente en un comunicado emitido por el Kremlin.

Uno de los máximos líderes rebeldes ucranianos, Alexander Zajarchenko, dijo que aceptaba en principio la propuesta de Putin, pero agregó que las fuerzas ucranianas deberán entregar sus armas antes de que se les permita irse.

"Estamos listos a abrir corredores humanitarios para las tropas ucranianas que fueron rodeadas con la condición de que entreguen su armamento pesado y municiones para que no sean usadas contra nosotros en el futuro", dijo Zajarchenko al canal de TV ruso Rossiya 24.

En Kiev, el primer ministro ucraniano, Arseni Yatseniuk, anunció hoy que el gobierno envió al Parlamento un proyecto de ley para renunciar a la actual política de neutralidad y reactivar el proceso de adhesión a la OTAN abierto por el país en 2004.

La adhesión plena de Ucrania a la OTAN, rotundamente rechazada por Rusia, daría al país protección militar completa de Estados Unidos y sus demás miembros frente a agresiones externas, aunque se considera una eventualidad poco probable en el futuro cercano.

En un claro guiño a las intenciones de Ucrania, el secretario general de la OTAN, Andres Fogh Rasmussen, dijo hoy que respetaba el derecho de Ucrania a buscar la membresía de la alianza atlántica, al punto que vertió duras críticas contra Rusia.

Rasmussen calificó de "grave escalada" la "agresión militar de Rusia contra Ucrania" y dijo que la OTAN "condena en los términos más enérgicos la indiferencia de Rusia ante sus obligaciones internacionales" y las desmentidas "vacías" de Moscú.

Además, indicó que Rusia "ha disparado contra Ucrania tanto desde territorio ruso como desde dentro de suelo ucraniano" y la Federación mantiene "miles de soldados listos para combatir en las fronteras" ucranianas.

Rusia ya negó varias veces que sus fuerzas estén ayudando a los separatistas del este de Ucrania, y dice que los rusos que están peleando en Ucrania lo hacen a título personal como "voluntarios".

Hoy, el canciller ruso, Serguei Lavrov, tachó las acusaciones de "conjeturas" y desafió a Occidente a presentar pruebas.
"Más de una vez hemos oído diferentes conjeturas, pero ni una sola vez nos han presentado hechos. Prácticamente, desde el mismo principio de la crisis nos han acusado de que somos culpables de todo", señaló en rueda de prensa.

También hoy, la oficina de Derechos Humanos de la ONU acusó al Ejército y a los rebeldes ucranianos de estar disparando directamente contra civiles.

"Los insurgentes han cometido asesinatos, torturas y secuestros junto con otros serios abusos contra los derechos humanos y violaciones de la ley humanitaria internacional", según un informe de un equipo de campo elaborado entre el 16 de julio y el 17 de agosto.

El informe dijo que el Ejército ucraniano también violó los derechos humanos con torturas, detenciones arbitrarias y desapariciones.

El vicesecretario general de la ONU para los Derechos Humanos, Ivan Simonovic, quien hoy visitó Kiev, dijo que un total de 2.593 personas murieron por el conflicto de Ucrania hasta el 27 de agosto y describió como "alarmante" la situación humanitaria en el este ucraniano.