Dos nuevos incidentes racistas se produjeron en Berlín, cuando grupos de neonazis atacaron a guardias de un centro de refugiados que será inaugurado próximamente en Berlín y, paralelamente, lanzaron una bomba incendiaria contra el Parlamento alemán. La nueva serie de ataques se da en medio de un fuerte aumento de refugiados en Alemania, sobre todo de Siria y Kosovo, que está poniendo a prueba la infraestructura disponible en muchas ciudades y alentando el debate sobre las leyes de inmigración y asilo.

Tres ultraderechistas coreando consignas racistas intentaron abrir la valla de protección del complejo de viviendas de contenedores de carga, la segunda proyectada en la capital alemana. En el intento arrojaron a la cabeza de uno de los guardias una botella de cerveza y esparcieron panfletos de corte racista. El barrio con casas-contenedores con capacidad para 480 refugiados será inaugurado este fin de semana. Las autoridades de Berlín tienen previsto instalar un total de seis barrios de este tipo, ya que hasta ahora hay uno solo, en Köpenick, en el este de la ciudad, donde viven unos 400 refugiados. 

La llegada de los refugiados a este lugar fue motivo de numerosas manifestaciones en las que participaron populistas de derecha y neonazis. A principios de abril, un incendio provocado destruyó parte de un futuro hogar de refugiados en una localidad del este de Alemania contra el que venían protestando desde hace semanas grupos xenófobos, incidente que se sumó a otros dos similares registrados en los últimos meses. 

Un hogar de refugiados casi terminado fue incendiado en diciembre en Vorra, en el centro de Alemania, y otro sufrió la misma suerte en febrero cerca de Lübeck, en el norte. Asimismo, el edificio de oficinas de los diputados del Parlamento alemán en Berlín fue blanco esta madrugada de un atentado, cuando un desconocido -descripto como un militante de los grupos de extrema derecha- arrojó un cóctel molotov causando daños en la fachada de vidrio y en la acera. 

Este es el segundo atentado incendiario contra el mismo edificio perpetrado este año, después de uno similar del 23 de marzo pasado. En noviembre de 2014 también se registró un ataque incendiario cuya autoría reivindicó un grupo de extrema derecha. También fueron blanco de atentados de este tipo el año pasado el Reichstag, el edificio donde sesiona el Congreso, y la central de la Unión Demócrata Cristiana de la canciller Angela Merkel.