El presidente estadounidense Barack Obama, saludó hoy los esfuerzos de los congresistas republicanos para evitar el primer cese de pagos federal en 200 años de historia, aunque sigue sin estar completamente satisfecho con sus propuestas. "Es positivo que los republicanos de la Cámara (baja) estén de acuerdo con la necesidad de evitar las consecuencias económicas de no cumplir con nuestros compromisos nacionales", afirmó Obama durante su mensaje de radio semanal.

La administración estadounidense se encuentra parcialmente cerrada desde el 1 de octubre debido a una disputa entre republicanos y demócratas sobre el presupuesto, que debe ser aprobado por la Cámara de Representantes (diputados) y el Senado. Los republicanos tienen mayoría en la Cámara de Representantes y hasta ahora exigían que Obama retrasase su reforma de salud a cambio de la aprobación del presupuesto.

En tanto, la fecha del 17 de octubre pende sobre la Administración Obama como una espada de Damocles, ya que si no se eleva el techo de endeudamiento el país podría declarase en cese de pagos, siendo incapaz de cumplir con sus obligaciones en áreas como las prestaciones sociales, la defensa o el pago de intereses de la deuda federal, que asciende a 16,7 billones de dólares.

El presidente de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner, y otros colegas de su partido se reunieron el jueves con Obama y mostraron su disposición a elevar el techo de deuda pero sólo durante seis semanas y bajo ciertas condiciones. Dicha propuesta supondría volver a un punto muerto justo antes de que comience el principal periodo de compras (Navidad) en el país.

Algunos republicanos más moderados del Senado proponen que el plazo de ampliación del techo de deuda sea de seis meses. "No sería inteligente coquetear con el primer `default` justo en medio de la temporada de compras", advirtió Obama. Según el presidente, el daño que podría sufrir la calificación de la deuda estadounidense provocaría "el caos en los mercados globales" y encarecería los préstamos para todo el mundo.

"Equivaldría a un nuevo impuesto -un impuesto republicano de `default`- para cada familia y comercio en Estados Unidos", alertó Obama. "Así que aprueben un presupuesto, devuelvan a la gente al trabajo y finalicen este cierre republicano. Paguemos nuestras facturas y evitemos un bloqueo económico", agregó.