"En las muestras analizadas no se identificó ningún medicamento tóxico o veneno" y "los datos clínicos son compatibles con una muerte natural", aunque por el tiempo transcurrido, el envenenamiento "tampoco puede ser descartado", dijo en una conferencia de prensa el perito Jeferson Correa, jefe del equipo que realizó la autopsia.

Los restos de Goulart fueron exhumados hace un año para aclarar si, como sospechan sus familiares, habría sido envenenado en el marco del llamado Plan Cóndor, por el que las dictaduras que gobernaban en el Cono Sur en los '70 coordinaron la persecución a opositores.

Los datos obtenidos en la autopsia fueron analizados por expertos brasileños, argentinos, cubanos, españoles, uruguayos y portugueses, que no pudieron llegar a una conclusión "determinante" debido a los 37 años pasados desde la muerte del ex presidente, indicó Correa.

Explicó, sin embargo, que aunque fueron realizadas "exhaustivas" pruebas toxicológicas, sólo se confirmó "la presencia de sustancias contaminantes presentes en el cotidiano, como restos de champú y algún medicamento, pero todo dentro del cuadro terapéutico" de Goulart, quien sufría de problemas cardíacos.

De ese modo, el "infarto agudo de miocardio" señalado en forma oficial en 1976 como motivo de la muerte "pudiera ser la verdadera causa", aunque "también podría haber sido otra patología cardíaca o cerebrovascular", indicó Correa.

El experto insistió en que "tampoco es posible negar que haya sido un envenenamiento", pero subrayó que con los "elementos de análisis existentes" y el "largo tiempo transcurrido" desde la muerte no es posible llegar a una conclusión definitiva.

Goulart, conocido popularmente como "Jango", gobernó Brasil entre 1961 y 1964, cuando fue derrocado por un golpe militar que instauró una dictadura que se mantuvo en el poder hasta 1985. Tras el golpe, se exilió en Argentina, donde falleció el 6 de diciembre de 1976 en la habitación de un hotel de la localidad de Mercedes.

El certificado de defunción emitido en la época en Argentina, que ya estaba también en plena dictadura, atribuyó la muerte de Goulart a un infarto, pero sin que se le realizara una autopsia.

Esa versión fue desmentida hace seis años por un ex agente de inteligencia uruguayo, que aseguró que Goulart fue envenenado en el marco del Plan Cóndor, aunque no aportó pruebas sobre esa denuncia.

Los restos fueron exhumados para la realización de la autopsia hace poco más un año, cuando el ex mandatario fue homenajeado con un funeral de Estado, que la dictadura militar le negó al momento de su muerte.