En sus últimas horas con los "superpoderes" que le otorgó la Asamblea Nacional hace un año, y que expiraban ayer, el presidente venezolano, Nicolás Maduro , firmó la creación de un cuerpo de policía anticorrupción y decretó la reestructuración de los órganos de seguridad ciudadana.

"Paso a firmar la reforma de la Ley contra la Corrupción, la nueva ley habilitante contra la corrupción, crea el cuerpo nacional anticorrupción y además los nuevos elementos para la no prescripción de los delitos", dijo Maduro durante una alocución en el palacio presidencial de Miraflores.

El mandatario suscribió así la reforma a la Ley Contra la Corrupción que dio paso a la conformación del Cuerpo Nacional Contra la Corrupción (CNCC) y que evitará la prescripción de los delitos en esa materia.

"En tercer lugar con esta Ley Habilitante se crea el Cuerpo Nacional contra la Corrupción, institución vital para lograr la cohesión de los tres elementos el ético, educativo y cultural; el institucional, legal; y el sancionatorio investigativo y policial", explicó Maduro, quien calificó al combate contra la corrupción como "una lucha de mil demonios".

El nuevo cuerpo va a depender directamente de la Presidencia, será activado en los próximos días y, según Maduro, está "pensando en hombres incorruptibles" que estén al frente del cuerpo de investigación. "[Para dirigirla] Estoy pensando en nombres, guerreros y guerreras de la honestidad, para ponerlos en una tarea histórica'', dijo.

Con este cuerpo se instaura también la Policía Nacional Anticorrupción, "una policía protegida en lo profesional, social, familiar, en su identidad; que desarrollará operaciones de inteligencia, investigaciones y análisis estratégico", explicó el heredero político de Hugo Chávez.

Maduro subrayó que la labor de este cuerpo podrá ser clasificado como secreta "para evitar especulaciones", incluyendo el despliegue de sus agentes.

El presidente bolivariano también promulgó la Reforma de Ley de Contrataciones Públicas, que apunta a simplificar los trámites en el área, casi siempre engorrosos, que se prestan al soborno como forma de asegurar la asignación de proyectos.

Durante un discurso televisado, Maduro exhortó a los venezolanos a crear "una sociedad más transparente, más humana". "No hay socialismo posible con corrupción'', expresó.

Venezuela es considerado uno de los países más corruptos del mundo, según la encuesta de percepción global de Transparencia Internacional.

Con los poderes especiales aún en sus manos, Maduro anunció también la creación del Sistema Popular de la Paz, "como parte del sistema de seguridad de la nación contemplado en la Ley Orgánica de Seguridad de la Nación".

Por otra parte el mandatario firmó una ley para la "revolución policial", que llevará a cabo la depuración de cuerpos de seguridad prometida por el gobierno hace varias semanas, en el marco de una ofensiva gubernamental para garantizar la seguridad ciudadana.

Con una tasa de 53 muertes por cada 100.000 habitantes, la ONU considera a Venezuela como el segundo país más violento del mundo, superado solamente por Honduras (con 90,4 por cada 100.000).

Otras de las leyes decretadas por el mandatario venezolano fueron la reforma a la ley Orgánica de la Fuerza Armada, para modificar su estado mayor y los rangos de ascenso, y la Ley de Seguridad de la Nación.