En medio de una ola de violencia en Cisjordania y Jerusalén este, Netanyahu habló tras una reunión de su gabinete de seguridad en la que se acordó endurecer los castigos y demoler las viviendas de las familias de los palestinos que cometan ataques contra israelíes, una criticada práctica que había sido abandonada.

Abbas "demostró que no es un socio para la paz y que es un irresponsable", se quejó Netanyahu en una comparecencia ante los medios horas después de que el presidente palestino lanzara sus propias acusaciones durante un discurso por el aniversario de la muerte del histórico líder Yasser Arafat.

"En lugar de rebajar los ánimos, los calienta", agregó Netanyahu en alusión al discurso de Abbas en la ciudad cisjordana de Ramallah, sede de su Autoridad Nacional Palestina (ANP).

El primer ministro israelí habló a los medios de comunicación después de una reunión del gabinete de asuntos de seguridad, en la que se abordó la actual ola de violencia en la región, tanto la que se ha desatado entre la minoría árabe-israelí como en Jerusalén este.

Después de la muerte de seis israelíes en menos de un mes en ataques palestinos, el gobierno israelí resolvió hoy endurecer los castigos y reinstaurar la norma de destruir la vivienda del atacante, abandonada hace unos años por su falta de eficacia y en medio de duros cuestionamientos internacionales.

También se multará a las familias de jóvenes y adolescentes que arrojen piedras o petardos a las fuerzas de seguridad y vehículos israelíes, frecuente en las violentas manifestaciones de estos últimos meses.

El presidente de la ANP acusó hoy a Israel de arrastrar a la región a una "guerra religiosa".

En referencia a los últimos enfrentamientos en Jerusalén este y en la Explanada de las Mezquitas (para los judíos el Monte del Templo), aseguró que los palestinos "defenderán Al Aqsa y las iglesias de los colonos y del extremismo".

Netanyahu consideró que las palabras de Abbas "incitan a su pueblo a cometer atentados en lugar de a la paz".

"En lugar de decir la verdad propaga mentiras, como si de alguna forma nosotros estuviésemos cambiando el estatus de los lugares santos", se lamentó el primer ministro de Israel.

Netanyahu instó a la comunidad internacional, "que condena cada balcón que construimos aquí" (en territorio ocupado), a condenar también las palabras del presidente palestino y "no atascarse con todo lo que tiene que ver con Abbas.